VIVEIRO 

Un vecino de Lugo gana un bronce tras 30 años de sacrificio y la decisión que toma después le cambia la vida: "Lo más difícil..."

Después de haber conquistado múltiples títulos y un bronce en el prestigioso campeonato Míster Universo NABBA, Miguel Seijo ya no siente la necesidad de demostrar nada

Juana Carrera

Ribadeo - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

      
      
             
      

Treinta años esforzándose al máximo nivel hasta que llega un día en que decide que ya está bien, ya no necesita demostrar nada a nadie y ahora lo que quiere es disfrutar de la vida.

Vivir, viajar, darse algún capricho de dulce... Eso es lo que pretende hacer a partir de ahora Miguel Seijo, deportista de élite de Viveiro, culturista de competición, que ha pasado media vida sacrificándose para estar en lo más alto.

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Miguel Seijo consigue la Medalla de Bronce en el Mister Universe NABBA 2024

De hecho, acaba de ganar un bronce en el campeonato Míster Universo NABBA 2024 celebrado en Birmingham (Inglaterra). Y con eso se queda, broche a su carrera. Ya tiene 50 años y ahora empieza la decadencia, no quiere perder el tiempo. 

Explica que está llegando a una edad en la que hay que disfrutar un poco de la vida, "porque cuando compites tienes que abstenerte de cenas, de viajes, de historias que deberíamos disfrutar todos en algún momento de nuestra vida y a mí es lo que me va tocando ya, después de 30 años compitiendo llevo toda una vida de restricciones y ahora quiero viajar, quiero ver mundo, quiero hacer cosas".

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Miguel Seijo, campeón de culturismo

"me quedan dos telediarios"

Según sus propias palabras: "ahora quiero ver mundo, tío, porque ya me quedan dos telediarios, la verdad... hay que verlo como lo que es, a partir de los 50... de los 50 a los 70 es el declive total, y eso es así, entonces, hay que hacer cosas mientras uno pueda, yo lo veo así ahora".

Nos cuenta que para estar en ese nivel, para competir, hay que ser muy disciplinado, todo está en la cabeza. Lo más difícil es la dieta porque hay que adelgazar hasta la piel, perder líquido y grasa por todos lados, llegar a un extremo de definición tremendo, y para ello tienes que entrar en déficit calórico, ya “ahí es donde juega el estado mental”. Eso te vuelve loco.

      
             
      

Miguel pone un ejemplo para que lo entendamos todos: "bajar 3 o 4 kilos después de las Navidades es una odisea, yo bajé 24 en unos meses, es la dieta lo que realmente es el reto, porque entrenar y comer bien es fácil, lo difícil es hacer eso pero con pocas calorías".

competir también es caro

La competición, además de ser extrema cuesta mucho dinero, por ejemplo para participar en el campeonato de Birmingham tuvo que invertir 1.000 euros y salen de su bolsillo. Todo suma, el viaje, la estancia, bañadores...

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Miguel Seijo

Han sido 30 años de dedicación extrema, de muchísima disciplina, y cree que ya no le aporta como antes, se ha dado cuenta de que no quiere demostrar nada a nadie. Es como ser un deportista de élite "quieres demostrar lo que vales haciendo lo más dificil, más difícil de la cuenta, que al final es una gilipollez, cada uno se tiene que valorar por lo que es y no pensar en los demás".

      
             
      

Que deje la competición no significa que vaya a abandonarse y echar barriga. El seguirá practicando el fitness, llevando su gimnasio en Viveiro y con una vida saludable, porque le gusta sentirse bien. Pero sin pasarse, porque también quiere disfrutar de lo que más le pierde: el dulce.