La desilusión de un camionero gallego cuando vuelve a Valencia cargado de juguetes: “Todo sigue igual”

Juan Rivas estuvo en Valencia hace un mes con un cargamento de ayuda humanitaria, cuando vio la situación prometió volver con juguetes para hacer la Navidad un poco más especial a los pequeños 

Juana Carrera

Ribadeo - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

      
      
             
      

El camionero Juan Rivas ha vuelto a Velencia, cargado de ilusión y juguetes para los más pequeños.

Estuvo allí hace un mes y dos días, entonces llevaba productos de primera necesidad e higine y cuando vió la destrucción y la miseria se comprometió a volver para hacer un poco más felices a los niños y llevarles juguetes.

PROMESA CUMPLIDA

Este fin de semana ha cumplido la promesa, ayudado por numerosas personas de La Mariña de Lugo que han querido demostrar su solidaridad con los afectados de la dana. Fruto de una acción conjunta entre varios ayuntamientos y una asociación ha sido posible mandar 9.000 kilos de productos, casi todos juguetes y algunos artículos de higiene y alimentos no perecederos.

Vecinos de Mondoñedo, Xove, Cervo, Ribadeo y la Asociación Bispo Santo de Foz han estado todo este tiempo reuniendo sus donaciones para mandar una dosis de cariño y bondad a la comunidad valenciana.

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Chiva, en Valencia, a día de hoy

Juan era en el encargado de trasladar esa ilusión, a golpe asfalto y rueda, pero al llegar allí se ha encontrado con una situación que no esperaba, todo sigue igual.

El ha llevado las donaciones a Chiva y Albalat dels Sorells, los mismos lugares en que estuvo con la ayuda humanitaria hace un mes.

      
             
      

ABANDONADOS

Juan viajó el sábado, este domingo 15 por la tarde descargó una parte en Chiva y la mañana del lunes en Albalat dels Sorells. Pero en ambos sitios todo sigue sigue igual.

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En Valencia el Ejército colabora en la descarga del camión de La Mariña Lucense

Los habitantes de la zona son “gente muy agradecida, muy correcta, bien”. También comprobó Rivas que la mercancía que habían llevado en un pimer momento estaba entregada y repartida con criterio.

Sin embargo la desilusión se cebó con él porque le sorprendió ver que todo sigue igual a como estaba hace un mes, se llevó un bofetón de realidad: “Igual, fui a los mismos sitios, la misma casa que fui la otra vez y lo único que hicieron fue sacar el escombro de delante y nada más. Asfaltaron la calle principal del pueblo que es lo que ve la gente cuando entra y dice, 'ostras hicieron un trabajo acojoante', nada, el resto todo igual, casas apuntaladas, no hicieron nada”.

      
             
      

La reconstrucción está aún muy lejos y "la gente está abandonada, olvidada". Ahora no hay tanta gente como entonces echando un cable, los coches siguen amontonados en descampados, los socavones en las casas, los muros derruídos, casa apuntaladas en las que apenas se ha retirado algún escombro de las entradas para poder sobrevivir. Pero la normalidad está muy lejos todavía.

UNA CARRERA DE FONDO

Juan Rivas afirma que “están abandonados, ni tanto ejército ni tantos voluntarios... enfrió bastante la cosa, esto es una carrera de fondo, no una carrera de sprint, aquí la gente al principio, todo el mundo 'Valencia, Valencia, Valencia' y... hay mucha Valencia para mucho tiempo, no es que se dejara de involucrar, se involucra menos”.

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Chiva continúa derruída hoy día

Comenta que es igual que cuando fue la guerra de Ucrania, todo el mundo al principio quiere estar ahí en la pomada pero luego la gente se olvida”. A su juicio la reconstrucción va a llevar mucho más tiempo de lo que la gente piensa, van a ser años.