La Diputación colabora con Burelafloral para financiar la alfombra floral de las patronales

El presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé Roca, firmó en el Pazo de San Marcos un convenio de colaboración con el presidente de la Asociación Cultural Burelafloral, Martín Soto Lestao, para financiar los gastos derivados de la organización y confección de la alfombra floral, uno de los grandes atractivos de las fiestas patronales de Burela, que se celebran el primero fin de semana de junio en la honra a la Virgen del Carmen, patrona de los marineros.

José Tomé Roca agradeció al presidente del colectivo el trabajo por mantener viva esta tradición longeva “que convierte uno de los actos más fervorosos y populares de estos festejos en un gran atractivo para la Mariña, recibiendo estos días a cientos de visitantes y fieles que quieren ver la procesión de la Virgen sobre este gigante manto floral”.

De esta forma, colaborando con este tipo de iniciativas, desde la institución provincial “estamos promoviendo la imagen turística de la provincia hacia el exterior, y contribuyendo a generar riqueza a través de nuestra cultura y de nuestras tradiciones”, explicó.

La Diputación, junto al Ayuntamiento de Burela, aporta con este acuerdo a cuantía económica necesaria que permitió a la entidad extender unos 500 metros de tapiz floral, desde las cercanías de la iglesia parroquial hasta el puerto de la localidad mariñana, contribuyendo así a ensalzar el paso de la Virgen.

En esta última edición del 2022, de título Polas festas que nos perdimos, el diseño de la tapiz estuvo inspirado en las fiestas más relevantes de la comarca y de toda la provincia con motivos en referencia a citas, entre otras, como la Feira do Bonito, a Maruxaina, las San Lucas de Mondoñedo o el San Froilán.

Implicación de toda una villa

A elaboración de la alfombra floral de Burela es uno de los atractivos del día grande de las fiestas patronales, pero el trabajo comienza cuatro meses antes con la preparación de los materiales para su confección, sobre todo lo de la flor.

Alrededor de este proceso se implica toda la villa. Bureleses de todas las edades, desde los más pequeños a los más mayores, comparten este sentimiento, que comienza con el trabajo de la selección y picado de la flor nos bajos de sus casas.

En estas semanas previas, también se preparan los tintes para dar las distintas tonalidades con los que completar los dibujos, sobre todo en serraduras y sal.

Otros materiales empleados son el caolín y el café, que aportan las cafeterías de la zona para su cribado y secado al sol.

Un acto de devoción, culto y convivencia que finaliza el día de la procesión con la confección de la alfombra que tiñe de color las calles de la localidad, atrayendo a cientos de personas que quieren presenciar a pie de manto el espectáculo.