El esqueleto de un bonito de medio metro de largo entre las joyas del Museo del Mar de San Ciprián

Una espina de un bonito de 48 centímetros de largo, esa es la última, y curiosa, donación que le ha llegado al Museo del Mar de San Ciprián (Cervo - Lugo).

Ha sido donada por Antonio Rey 'Ton', un pescador de 86 años de edad que un buen día estaba faenando en el Ollo do Mar por las costas de Burela cuando, accidentalmente, apareció en sus redes un tremendo bonito del norte.

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Al leñador caza...

Él trabajaba al cerco y pescaba sardina y anchoa por lo que pescar un bonito no era habitual, pero ya nos dice su hijo, Alberto Rey, “al leñador caza y al cazador leña, son cosas del mar, de vez en cuando sale así alguna cosa extraordinaria”.

El bicho era tan grande, unos 50 kilos, que se lo repartieron entre toda la tripulación, 12 personas, y se llevaron una buana tajada cada uno. Dio para algún que otro guiso...

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Luego pusieron la espina a secar, un amigo de la familia, Paco Rivas, la vio y les recomendó donarla al museo. Allí se fue. La gerente de la red museística provincial, Encarna Lago, explica que el Museo del Mar no son sólo piezas sino la historia de las personas que hay detrás.

A partir de ahora el esqueleto de ese caprichoso bonito formará parte de la galería del móvil de muchas personas que, a buen seguro, aprovecharán para hacerse un selfie con él.