La historia y el patrimonio de Galicia se atesora en un pequeño taller de carpintería de un pueblo costero de Lugo
El taller de carpintería de ribeira de Francisco Frá, en San Ciprián-Cervo (Lugo), se ha convertido en patrimonio marítimo gallego tras siete generaciones de trabajo artesanal construyendo barcos
Ribadeo - Publicado el
4 min lectura
El carpintero Francisco Frá, de San Ciprián-Cervo (Lugo) es ya la séptima generación de carpinteros de ribeira que ha dado su familia. Él aprendió y heredó el trabajo de sus padres y abuelos y, poco a poco, sin pretenderlo, se han convertido en historia viva de Galicia. Ahora su oficio y su taller son patrimonio. Por eso este último año Frá ha trabajado duro para montar una Fundación con el material físico e intelectual de su taller.
¿Por qué? Porque un aciago día el taller, herencia de la familia y con herramientas y piezas talladas en madera con varios siglos de antigüedad, fue pasto de las llamas. Un voraz incendio casi acaba con todo en julio de 2023 y Frá se dio cuenta de que no se perdían sólo sus aperos laborales sino piezas que ya forman parte del patrimonio de Galicia puesto que la carpintería de ribeira ya es desde hace tiempo un BIC (Bien de Interés Cultural). Así que no sólo se perdía el legado familiar sino un cachito de la historia gallega.
Explica Francisco Frá que "lo tienes allí y lo tienes todos los días hasta que te das cuenta de que entras en el astillero y ya no están ciertas cosas, no están pero ya no son recuperables. Entonces te das cuenta... siempre lo pensé, pero te das más cuenta de lo que en realidad se pierde. Es algo personal pero aparte algo que forma parte del patrimonio de Galicia y de nuestro pueblo San Ciprián".
La familia de Frá ya hacía barcos en madera 200 años atrás y él nos cuenta que estos oficios "por lo general se pasan de padres a hijos, eran aprendidos en el propio astillero, no había escuela donde se aprendiera ni nada de eso, y ahí había un poco de secretismo, se iban pasando esos secretos de los trazados, las formas de los barcos, cada uno tenía sus particulares, como cada maestrillo tiene su librillo, no todo el mundo sabía hacer los mismos trazados, porque un barco lleva muchas fases, dependiendo de la madera, la embarcación que vas a hacer, la época de corta. Hay sabidurías populares más relacionadas con el entorno de los bosques y la madera y hay otra que sería los trazados, el casco, los mástiles,... diferentes cosas que todo son un compendio de sabiduría que es pasada y transmitida de padres a hijos".
El aprendizaje es un proceso de años y vas pasando por varias fases, también llegas a saber qué árboles son adecuados para qué partes del barco, es decir cuáles serían idóneos para convertirse en algo más. A veces ves una pieza digna para ello, "es como cuando vas a cortar algo que lo merece".
A partir de ahí emprendió las gestiones y el papeleo para crear la Fundación Asteleiros Frá y así ayudar a proteger y divulgar este arte para la posteridad. Ahora, tras solicitarlo tiempo atrás, la Consellería de Presidencia de la Xunta de Galicia reconoce la declaración de interés cultural para la Fundación. Algo que será de gran ayuda para seguir promocionando un trabajo artesanal, sostenible y secular.
Y no sólo hablamos de arte, también de sostenibilidad porque la huella de carbono que tiene la construcción artesanal en madera de una embarcación dista millas de la que tiene cualquier otra embarcación realizada en poliéster, un material muy utilizado hoy día. Frá nos da las cifras, un barco de 21 metros de eslora y un ciclo de vida de veinte años, realizado artesanalmente en madera, deja una huella de carbono de 18 Toneladas. El mismo barco fabricado en fibra de vidrio emite una huella de 110 Toneladas.
Así explicado, está claro que la carpintería de ribeira, además de patrimonio gallego, está en consonancia absoluta con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) de la Agenda 2030. Según Frá "te ves aquí pequeñito y te dices si nosotros estamos mirando siempre, y ves a todo el mundo diciendo 'ah no, es que ese ahora es sostenible y no sé que', pero si la carpintería de ribeira fue sostenible toda la vida". Ellos son sostenibles desde su origen porque "cortabas los árboles y no cortabas todo un bosque, cortabas los árboles que te hacían falta para ese trabajo, los más hechos, con más años y todo eso".
Y hoy en día ¿qué? "Los barcos de madera tienen su mercado". Frá reconoce que los barcos de poliéster irrumpieron con mucha fuerza en el mercado, pero hay gente que sigue prefiriendo los barcos de madera porque "la belleza de un barco de madera es incomparable y la navegabilidad es otra".