El jefe del Restaurante O Vendaval, de Barreiros, salva la vida a un joven que se atragantó

Menudo susto se llevaron este Viernes Santo los trabajadores del Restaurante y Hotel O Vendaval de Barreiros. Estaban en el turno de comidas cuando un joven, de 17 años, se atragantó con un pedazo de carne.

El gerente del restaurante, Luis Edrosa, no lo pensó ni un segundo y salió corriendo hacia la mesa en que estaba sentado. Era una comida familiar, de 12 personas. El chico tenía la cabeza sobre el plato, echando espuma por la boca y la madre le golpeaba la espalda.

Luis apartó a la madre, puso al chaval de pie y le practicó la maniobra de Heimlich. Al primer intento no pasó nada, pero al segundo el joven empezó a vomitar toda la comida y pudo respirar de nuevo. Explica Luis que entonces "fue cuando respiró, que estaba casi muerto ya".

Cuando llegó la ambulancia del 061 le atendieron y comprobaron la respiración y constantes vitales. A partir de ahí lo trasladaron al Hospital da Mariña para realizarle las pruebas oportunas y comprobar que no quedara ningún tipo de obstrucción en las vías respiratorias.

Aprendió la maniobra en la mili

Luis se siente contento de haber podido ayudar. Nos explica que aprendió la maniobra de Heimlich y la Reanimación Cardiopulmonar (RCP) en unos cursos de la Cruz Roja que realizó cuando hacía el servicio militar. De eso hace 31 años. Nunca antes la había tenido que utilizar, pero se alegra de haber sabido cómo hacerlo: "yo me siento orgulloso, he salvado la vida de una persona".

Después del crítico acontecimiento y el traslado del joven al hospital, Luis no ha vuelto a tener contacto con la familia, espera que el chico se encuentre bien, le gustaría saber de su estado.