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Mayte Haro, pionera en transportes de grandes dimensiones: "Si trabajas igual que ellos cobrarás igual que ellos"

"No hay nada que una mujer no pueda hacer, con perseverancia y confianza en sí misma", se lo inculcó su madre y ella se lo inculca a sus hijas y nietas 

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Mayte Haro, pionera en tansportes especiales

Juana Carrera

Ribadeo - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

      
      
             
      

Se pasó tres meses acudiendo a la oficina del INEM hasta que la funcionaria del mostrador le dejó rellenar los papeles para hacer el curso de camionera. Insistía en que estaban dirigidos sólo a los hombres. Eso fue en los años 90 en el País Vasco. Mayte Haro insistió tanto que, al final, lo consiguió. 

La cogieron y pudo hacer el curso, con las mejores notas, de los mejores expedientes, y eso que la estaban vigilando constantemente, esperando a que se rindiera o tropezara, pero eso no estaba en sus planes. Al final lo consiguió, fue de las mejores de su promoción y pionera en Europa.

Y otra vez la misma prueba cuando fue a pedir un trabajo. Era un empleo para transporte de grandes dimensiones para una empresa filial de Usabiaga. Fue con su marido a pedir trabajo, a él le cogieron a la primera. Con ella hubo más reparos. 

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Mayte siempre ha sido muy feliz conduciendo camiones

Mayte tenía 24 años, medía 1,67 y pesaba 47 kilos, los jefes pensaban que iba para el puesto de oficina. Pero ella quería ser camionera. Le pusieron unas cuantas pegas porque no era un trabajo para chicas. Le costó un poco, pero por supuesto, lo consiguió.

el primer trabajo 

De hecho, ante la desconfianza del gerente, le ofreció trabajar 15 días gratis para demostrar que podía hacer esa labor. Si no era capaz, ella misma se iría. Al cabo de siete días, el jefe le dijo que le diera el número de cuenta que iba a empezar a pagarle.

Estuvo en ese trabajo unos cuatro años y luego cambió porque el salario era menor del que le hubiera correspondido, pero estuvo siempre muy contenta ahí. El  jefe le explicó que le podía pagar lo que quisiera, "dentro de lo razonable", porque no había un convenio que especificara su sueldo. Él se había informado "y era la única mujer en Europa que hacía este tipo de transporte". Mayte fue pionera en Europa en transportes especiales.

      
             
      

"si trabajas igual que ellos, cobrarás igual que ellos"

Se fue a Transportes Acha a trabajar. Los compañeros volvieron a pensar que iba a trabajar en la oficina. Cuando habló con el jefe ella le preguntó "¿y cuánto voy a cobrar? a lo que él me contesta ¿y tú como trabajas?, yo le dije 'igual que ellos' y el me dijo 'pues si trabajas igual que ellos cobrarás igual que ellos'". Reconoce que ese momento fue muy bonito. 

Siempre estuvo muy contenta en esa empresa, era como una gran familia. Aunque reconoce que para hacerse respetar entre los compañeros camioneros ha tenido que mostrarse siempre muy borde. Pero así consiguió convertirse en una más y se ganó su respeto.

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Mayte en su camión acompañada de su familia

Nos cuenta Mayte que en esas dos primeras empresas en que trabajó fueron de las mejores empresas en que ha estado y donde más a gusto se ha sentido. A ella le encantaba su trabajo, siempre le ha gustado ser camionera. 

      
             
      

Después su carrera ha ido variando, ha estado en otros tipos de transporte, en la obra, en la mina, el pescado, paquetería, conduciendo sola o en equipo... todo tipo de transporte de distintas dimensiones. 

SER UNO CON EL CAMIÓN

Ella se siente especial cuando se sube al camión, los problemas desaparecen: "tú puedes tener 20.000 problemas, tú te montas en el camión y todo ese mundo de problemas desaparece, eres uno con el camión".

Explica que cuando vas en una cuesta con el camión cargado, ves que al camión le cuesta y le tocas y le dices "venga pequeño que tú puedes, que no se diga, sólo los de la vieja escuela me superentenderán". 

      

Además la gente nueva tiene unos camiones automáticos, más fáciles de manejar, pero entonces tenían unos camiones más complicados: "Tenías que hacer doble embrague, teníamos unos asientos rígidos como banquetas, un volante que era una paellera literal para 12 personas. Y la palanca de cambios era tan grande que yo te puedo decir que mis compañeros se reían porque a mí, para pasarla al segundo cambio, no me alcanzaba la mano. Entonces tenía que hacer rápido el doble embrague y con el pie empujar la palanca para la segunda caja".

siempre segura de sí misma y se lo debe a su madre

Siempre ha mostrado seguridad y entereza persiguiendo su pasión. Esa fortaleza y tesón se los transmitió su madre. En los años 60 cuando las mujeres se casaban y se iban a su casa ella dijo que no la iba a mantener ningún hombre. Siempre transmitió a sus hijas que "una mujer puede llegar a ser lo que realmente quiere llegar a ser, que quitemos los obstáculos del camino". 

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Mayte en uno de los camiones que ha conducido en su carrera profesional

Eso se lo inculcó su madre a Mayte y a su hermana, y ella se lo inculca ahora a sus hijas y nietas, "que no permitan que nadie les mantenga, porque si tú te vales por ti misma, el aprecio y el valor que te vas a dar porque estás haciendo algo que realmente te gusta... eso no se compra con dinero".

el retiro 

Ahora lamentablemente Mayte está retirada, se estaba quedando tetrapléjica tuvo que someterse a una operación (en medio de la pandemia) y le han dado la incapacidad. Le encantaba su trabajo pero no podía seguir llevándolo a cabo. 

No puede subir a sitios en los que haya mucha vibración, como por ejemplo un camión, porque su médula ha quedado muy perjudicada. Sin embargo eso no se considera enfermedad profesional, así que le han dado una jubilación por incapacidad total y le ha quedado una paga de apenas 750 euros, demasiado escasos para vivir. 

Mayte ha tenido que volver a aprender a hacer muchas cosas porque perdió mucha movilidad, tiene muchas secuelas y dolor, está a base de morfina. Pero ella sigue adelante con buen humor: "En la calle nadie sabe porque yo a la calle voy con la mejor cara, si me duele me duele a mí no hay que ir malencarao con la gente de la calle porque tú estés mal". Muchas veces se tiene que obligar a sí misma para seguir adelante, pero lo hace con las ansias de vida que la caracterizan. Y mientras pueda, disfrutará de celebrar las fechas señaladas con su familia y de tomar un café con las amigas en Burela (Lugo), donde vive desde hace años, porque eso le da vida.