La razón por la que los faberos de Lourenzá (Lugo) acumulan pérdidas superiores a los 30.000 euros en la cosecha de este año

Más de 30.000 euros, es lo que dejan de ganar los faberos de Lourenzá por culpa del hongo que ha atacado la producción este año, acabando con el 80% de la misma. Las constantes lluvias del verano y la humedad han favorecido la proliferación del hongo y las fabas han salido completamente manchadas.

Anxo Marful, de Fabas Maruxa, tiene una producción anual de 4.000 kilos. Lamenta que este año, con suerte, salva 300 kilos. En muchas fincas "ni siquiera llegaron a recoger las fabas de este año y las quemaron directamente", porque cuando abrías la vaina aparecían todas las fabas negras, manchadas por culpa del hongo.

PÉRDIDAS CUANTIOSAS

Con una producción de 4.000 kilos, y vendiendo la faba a un precio medio de 9 euros el kilo, la ganancia de Anxo sería de 36.000 euros, pero en una producción de 300 kilos daría apenas 2.700 euros (a 9 euros/kilo). La merma en la producción ha provocado una paralela subida de los precios de la faba de Lourenzá, el kilo este año se cotiza desde los 14 euros.

El problema no es sólo lo que dejan de ganar sino que el cultivo de la faba ya requiere una inversión difícil de recuperar (hay que pagar tractores para arreglar la tierra, abonos, sulfatos, personal para poner estacas y bordón, pasar el extractor...).

Pedro Sánchez es ganadero y agricultor, en Ganadería Xocas, cultiva faba y constata que se necesitan ayudas para superar este bache. Normalmente tiene una cosecha de 3.500 kilos, se daría con un canto en los dientes si llegara a salvar 500. Lamenta Pedro que "queda un año de apretarse bien porque no hubo rendimiento".

Desde el Sindicato Labrego Galego demandan un plan de apoyo a los productores y un proyecto de investigación para combatir las enfermedades en los cultivos. El BNG solicita en Lourenzá una moratoria de un año en la aplicación de las subida de las tasas del agua y el IBI.

Defienden los nacionalistas que esta situación implica que "la economía local se va a ver resentida, el pequeño comercio resultará perjudicado por la disminución de los ingresos de las faberas". Alertan además de que las pérdidas no terminan aquí porque "volver a producir en condiciones adecuadas llevará tiempo y dinero a los productores al tener que sanear tanto las tierras como comprar nuevas simientes.