RIBADEO
Rescatada una familia con cinco hijos pequeños cuyo velero quedó a la deriva frente a Asturias
Un marinero experimentado, Javier Torviso, salió en su barco y remolcó el velero averiado hasta Ribadeo
Ribadeo - Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Quien le iba a decir a una familia francesa de siete miembros, pareja y cinco hijos, que sus planes de hacer la Ruta del Atlántico en velero a lo largo de un año iban a tener su primer tropiezo apenas doce días después de partir desde Bretaña.
Y no sólo su primer tropiezo sino su primera aventura.
La familia venía navegando desde la zona de Gijón cuando algo se quedó enganchado en la hélice. El motor del barco estaba inhabilitado y como tampoco había viento, se quedaron a la deriva frente a la costa asturiana, en Cabo Blanco, a la altura de Viavélez.
Más de 24 horas a la deriva
Llevaban ya más de 24 horas en esa situación cuando contactaron con el Club Náutico de Ribadeo y el Club de Actividades Subacuáticas Illa Pancha. Poco a poco, y a pesar de las dificultades para entenderse, por el idioma, pudieron conocer lo ocurrido y también la ubicación del barco varado.
La noticia llegó a oídos del navegante experimentado, Javier Torviso, quien ni corto ni perezoso terminó el café que se estaba tomando en un bar de Ribadeo, se dirigió al puerto a coger su barco y partió en su rescate.
Explica que “la gente de mar no puede desoír un problema semejante, hay que ayudar, y más aún habiendo cinco niños pequeños en el barco”.
Zarpó solo hacia la zona de Viavélez y en 40 minutos ya estaba abordando el velero.
Sorpresa
La familia francesa se sorprendió con su llegada y disposición a ayudarlos. Les tendió un cabo y remolcó el velero con su embarcación.
No sólo les remolcó hasta la entrada de Ribadeo sino que un poco antes, en la ensenada de Arnao (Castropol), les dijo que lanzaran el ancla para que dos buceadores les echaran un cable con el plástico que se había enredado en la hélice.
Los buceadores eran Chema Sanjurjo, del Club de Actividades Subacuáticas Illa Pancha de Ribadeo, y Javier Gallego, del Club de Vela de Castropol, quienes en apenas unos minutos liberaron la hélice de una especie de saco que la atrapaba. El motor volvía a funcionar perfectamente.
Poco después la familia francesa llegaba, sana y salva, al puerto de Ribadeo. Ahí permanecen anclados descansando tranquilamente.
Cinco niños pequeños
Se trata de una pareja de 34 y 37 años, Marie y Antoine, con cinco niños de entre nueve y un añito. Marie nos explica que "en ningún momento pasaron miedo, estaban tranquilos, incluidos los cinco pequeños, les pilló la noche y estuvieron durmiendo".
El barco estaba tranquilo, bien parado y veían la costa cerca pero no podían avanzar. Por eso no se alarmaron.
Están encantados de que “Monsieur Javier” fuera a ayudarles de un modo tan desinteresado -no quiso cobrarles nada- y muy sorprendidos con la amabilidad española. En señal de agradecimiento le regalaron una botella de vino francés y nos invitaron a brindar en su barco con una sidra también gala.
De hecho recogen este particular episodio en su diario de a bordo en www.jojolerequin.fr
De vuelta a casa en 2025
Marie nos cuenta que salieron de Bretaña el 6 de julio y su pretensión es estar de vuelta allí el 8 de agosto, pero de 2025. Han planeado realizar la Ruta del Atlántico durante todo el año, tocando España, Portugal, Madeira, Canarias, Cabo Verde, Antillas y de vuelta a Francia.
Reconoce que viajar con cinco niños pequeños “no es fácil pero resulta divertido porque estamos muy ocupados”.
Son alegres, optimistas y desenfadados. Nunca habían estado en esta zona y les parece muy bonita. Pronto partirán para continuar su periplo, con destino Coruña.
Seguro que irán sembrando sonrisas allá donde vayan con su amabilidad y disposición.
¡Bon voyage!