Dani Gil, el amante de la fotografía que tenía claro desde niño su vocación de sacerdote

Las redes sociales son un conducto privilegiado para llegar a los jóvenes, también en el ámbito religioso. Lo sabe bien Daniel Gil, el sacerdote de la parroquia de Santiago a Maior de Lugo que está sorprendiendo con sus fotografías en Instagram.

En ellas podemos verlo volando sobre un zapato o en un columpio colgado de una nube. Son resultado de los diseños fotográficos de los que Daniel es aficionado desde que era muy joven.

Antes de ser sacerdote en Lugo fue formador en el seminario menor y allí se dio cuenta de la utilidad de las redes para llamar la atención de los más jóvenes. "Vi que conectaba con ellos porque no solo les transmitía un mensaje, sino que les podía enseñar fotografía o edición...compartíamos aficiones".

Vocación sacerdotal desde niño

La vocación sacerdotal le viene a Dani Gil de lejos. "Claro claro lo vi en el Seminario, pero siempre había querido ser sacerdote. Desde niño, en Lalín, siempre ayudé en la Iglesia como monaguillo", explica en Herrera en Cope en Galicia. "Todo me fascinaba, y sobretodo la figura del cura de mi parroquia...lo veía muy entregado, cercano a los vecinos...yo veía que estar tan cerca de las pesonas era lo que quería para mi vida".

De su labor en la parroquia de Santiago a Maior de Lugo destaca la interacción con los jóvenes, pero también con los mayores. En una ocasión, tras la misa para los niños que celebran todos los domingos a las doce del mediodía, se le acercó un hombre de más de 90 años para felicitarlo. "Por fin te entendí", le dijo el hombre, agradecido por la simplificación del mensaje de la misa infantil.

En general Dani adapta el mensaje en función de a quién va dirigido. "Los gustos son diferentes en las distintas generaciones, pero en general la gente está contenta con lo que estamos haciendo".