Pellets de plástico: "cada vez se caen al mar más contenedores de los barcos"

La caída de contenedores al mar es más común de lo que podamos pensar, como ha ocurrido en diciembre en Portugal con el de los pellets de plástico que están llegando a la costa de Galicia,.

Cada año se producen en el mundo más de un millar de incidentes de este tipo y salvo en los casos en los que la carga es peligrosa o contaminante suele ir al fondo del océano.

"Los últimos años aumenta el número de los contenedores que se pierden, porque aumenta el tamaño de los barcos y cada vez se apilan más en altura", explica en Herrera en Cope Galicia Raúl Villa, secretario de Exponav y profesor de Ingeniería Naval de la Universidade de A Coruña (UDC).

Entre los casos con más eco de las últimas décadas están están el de un barco que perdió una carga de piezas de lego en Reino Unido en los años 90.

"También otro que se cayó al mar con patitos de goma y estuvieron llegando durante meses", recuerda Villa.

Siguen los trabajos de recogida de los pellets en las playas

En las playas de Galicia siguen los trabajos para retirar las bolitas de plástico procedentes del contenedor perdido en Portugal. En Muros (A Coruña) están ya los trabajadores contratados por el seguro de la empresa armadora, según confirman a Cope fuentes del Grupo Emergencias Supramunicipal (GES).

Durante el fin de semana ha habido recogida organizada por los ayuntamientos, la Xunta de Galicia y las organizaciones ecologistas. Cientos de voluntarios acudieron a arenales como Area Maior, en Muros o Ribeira.

El gobierno autonómico reúne estos días a los guardacostas, a técnicos ambientales y a personal del Instituto Tecnológico del Mar (Intecmar) para coordinar los trabajos de recogida.

Esa zona sur de la provincia de A Coruña es la más afectada por la llegada de pellets de plástico, pero también se ha notificado su presencia en la ría de Arousa, en la Costa da Morte, en la zona de A Coruña e incluso en la Mariña de Lugo.

Las autoridades están a la espera de los análisis que confirmen que las bolas de plástico son inertes y no entrañan peligro para la salud, tal y como defiende la empresa armadora.