Cuando adaptarse a la jubilación no es fácil

Guillermo llega a una "profunda depresión" tras perder las relaciones sociales que mantenía durante su etapa laboral y le provoca "caer en un pozo" del que necesita ayuda

Juan Maceiras

Ourense - Publicado el - Actualizado

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La jubilación no siempre supone una garantía de felicidad para la sociedad. Muchas personas se acostumbran durante años a un ritmo de vida y el cambio no les resulta fácil. Es el caso de Guillermo. Este hombre tenía una vida plena de actividades en su labor como profesor en A Cañiza, en sus academias en Lalín y O Carballiño, y también como político en O Carballiño. Tras décadas de encuentros sociales, la jubilación lo cambió todo.

Guillermo aseguró que era una “persona activa y, al jubilarme, me faltaba algo, me faltaban las relaciones sociales” porque “al estar en el mundo de la enseñanza tenía contacto permanente con los jóvenes y me preocupaba por ellos y, si a eso añado mi labor política, tenía muchos contactos sociales”. Pero poco a poco dejó de tener sus constantes relaciones sociales y se fue aislando. Esta situación le llevó a una profunda depresión. “De golpe y porrazo me sentí sin nada y en un estado depresivo y en un pozo del que no salgo solo” resaltó en una entrevista en Cope Ourense.

Su vida había dado un cambio de 180º. Un día su cuerpo hizo crack y pidió ayuda. “Llamé al 024 y acabé en el CHUO y me ingresaron porque estaba mal y mi mujer y mis hijos estaban muy preocupados” señaló Guillermo, quien indicó que “la atención de los profesionales fue muy buena”.

Guillermo aseveró que en una enfermedad mental “no hay rotura ni hay sangre y la gente no lo entiende” y apeló a la gente que pasó por su situación a que pida la ayuda porque “mucha gente tiene miedo a ponerse en manos de un psiquiatra” y en esos casos “se debe poner uno en manos de profesionales”.

¿QUÉ DEBEMOS HACER EN UN CASO DE CRISIS?

La jefa de Psiquiatría del Area Sanitaria de Ourense, Verín y Valdeorras, María Tajes, aseguró que cuando existe un “malestar emocional” el ciudadano tiene “los servicios sanitarios a su disposición”. En ese sentido, recalcó el “trabajo de profesionales en Atención Primaria”.

En una entrevista en Cope Ourense, María Tajes explicó que el teléfono 112 o el 061 tienen un “protocolo específico para personas con trastornos mentales graves”. En caso de tener situaciones de crisis con problemas mentales graves o riesgo de suicidio, existe el teléfono 024 activo desde hace aproximadamente un año, gratuito y que funciona las 24 horas “específico para conductas relacionadas con el suicidio” destacó María Tajes.

Guillermo manifestó que, desde aquellos momentos, vive una “montaña rusa de sensaciones y emociones” y mostró su “preocupación” por “gente mayor que vive aislada y a la que se le pueden pasar muchas cosas por la cabeza”.