Los tres acusados del atraco a dos nonagenarios de Boborás reconocen los hechos y aceptan 4 años de prisión
La abogada de la acusación asegura que "los ancianos todavía tienen miedo por lo ocurrido"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los tres implicados en un atraco con pistola a dos nonagenarios en el municipio ourensano de Boborás han reconocido en el juicio este miércoles los hechos y han aceptado la condena de cuatro años de prisión.
La Fiscalía solicitaba cinco años de prisión, mientras que la acusación particular solicitaba 14 años de prisión para los sospechosos porque los acusaba de detención ilegal y de amenazas, pero se entendió que esos delitos formaban parte del robo con violencia y fiscalía, acusación y defensa llegaron hoy a un acuerdo de conformidad, por lo que estas penas se redujeron a cuatro años y cuatro meses de cárcel para los procesados.
LOS HECHOS
Según el relato de la Fiscalía, los tres encausados, dos hombres y una mujer, articularon "un plan previamente concebido" por el que uno de ellos seleccionaba el domicilio y efectuaba labores de vigilancia y de control de horarios y rutinas de sus propietarios, y aquel día dos de ellos accedieron a una vivienda de Pazos de Arenteiro, en el concello ourensano de Boborás, amenazando con una pistola al matrimonio, de 90 y 84 años, que habitaba la casa y a su cuidadora
Los asaltantes, que ocultaban su rostro con un pasamontañas y una braga para evitar su posterior identificación, portaban un cuchillo y una pistola que colocaron en la sien de la cuidadora, a la que exigieron que se tirase al suelo y le ataron las manos con unas bridas.
Posteriormente, llevaron al matrimonio hasta su habitación y encañonando a la mujer con la pistola le preguntaron por la llave de la caja fuerte y por el pin de una tarjeta bancaria que habían localizado por la casa. Al hombre le amenazaron con cortarle un dedo e, incluso, el cuello si no les facilitaba esta información.
Como los acusados no lograron encontrar las llaves de la caja fuerte, le arrancaron a la mujer la cadena que portaba en el cuello y unos anillos de los dedos, y se apropiaron de un sobre con 1.500 euros.
Luego los trasladaron a todos hasta otra habitación y se marcharon, no sin antes llevarse una lata de refresco de la nevera.
LA HUÍDA
Los dos atracadores huyeron en dirección al lugar donde habían dejado estacionado el vehículo. Allí los debía esperar la tercera acusada y una cuarta persona investigada por este episodio. Pero las víctimas consiguieron soltarse y dieron la voz de alarma, por lo que los ocupantes del coche se dieron a la fuga al percatarse.
Los vecinos se movilizaron al momento y los dos atracadores fueron descubiertos escondidos en el monte y detenidos por los agentes de la Guardia Civil que se trasladaron al lugar, donde encontraron las bridas, los guantes, un destornillador y la lata que habían sustraído de la vivienda, y en una búsqueda posterior, la pistola.
LOS ANCIANOS TODAVÍA TIENEN MIEDO
Según afirmó la abogada de la acusación, los nonagenarios "todavía tienen miedo por lo ocurrido", pero "lo que quieren es dejarlo atrás". "No le desean el mal a ninguno de los acusados, por ello se conforman con los 4 años y 4 meses que esperan que sirva de escarnio para que no vuelvan a repetir lo sucedido".