Tocomocho, estampita...los timos "de toda la vida" siguen muy presentes en Ourense

La Policía Nacional ofrece en los micrófonos de Cope Ourense pautas a seguir para evitar que caigan más víctimas en estas estafas tradicionales que no desaparecen 

Comisaria de la Policía Nacional

Juan Maceiras

Ourense - Publicado el

2 min lectura

      
      
             
      

Las estafas y los timos tradicionales siguen captando víctimas en la provincia de Ourense. Aunque las estafas online aumentaron mucho en los últimos años y generan mucha preocupación, las estafas y los timos tradicionales no han desaparecido ni mucho menos. Por los micrófonos de Cope Ourense, pasaron la oficial de las Policía Nacional, María Luisa Carnero, y la agente policial, Marta Asensio, para dar pautas a seguir y evitar estos actos delictivos.

Uno de los más habituales es el de “Descuideros”. Con esta tipología delictiva, se indica cuando los delincuentes actúan “al descuido” aprovechando que la víctima olvida la vigilancia de sus pertenencias como bolsos, carteras o móviles. Los “modus operandi” de esta especialidad son numeros como “las bolsilleras” al robar en el interior de los bolsos de mujeres; “la muleta” cuando usan un periódico o un mapa que impida que la víctima vea cómo le roban la cartera u otros objetos de valor; “la mancha” donde los delincuentes, con la excusa de limpiar una supuesta mancha de la víctima, se acercan para apropiarse de la cartera; o “el abrazo amoroso” cuando se acercan con actitud cariñosa y, al darles un abrazo, proceden al hurto. En este caso, las víctimas suelen ser personas de avanzadad edad.

Existen timos y estafas que son una modalidad delictiva grupal en la que cada delincuente representa un papel. Entre ellos, el “timo de la estampita” donde los actores participantes “convencen a la víctima que están ante el negocio de su vida y que no hacen daño a nadie” o el “timo del tocomocho” en la que se lleva a cabo con un falso décimo de lotería y la víctima “comprobará que ni está premiado y le han estafado”; o el “timo del pasteleo” donde los delincuentes ofrecen joyas o relojes de oro a bajo precio con la excusa de que son contrabando o incluso robados cuando realmente se trata de “piezas de pastel, es decir, falsas”.