Bruno López: "El agresor sigue en la calle"

El deporte gallego vive horas de angustia. Un hombre de 68 años se debate entre la vida y la muerte en un hospital de Vigo tras haber sufrido una brutal agresión el pasado domingo en el pabellón de Vilalonga.

Se enfrentaban el Sanxenxo Balonmán y el Rasoeiro de O Grove. Las niñas, de categoría cadete, disputaban un partido con la rivalidad normal de este tipo de encuentros. En la grada, el ambiente era otro por culpa de un hombre de 40 años que se dedicó a insultar y faltar al respeto al árbitro. Un joven de tan solo 15 años.

Entre el público, estaba presente el abuelo del árbitro. La víctima, de 68 años, pidió de forma educada en varias ocasiones al energúmeno que parase de insultar y tuviese un poco más de respeto hacia el árbitro. Su nieto.

La respuesta del agresor fue empujar al hombre, con tan mala suerte que en la caída se golpeó la cabeza de forma brutal contra una papelera y con una pared del pabellón.

Fue trasladado de urgencia al hospital de Montecelo, pero en la misma noche del domingo, ante la gravedad de las lesiones, decidieron llevárselo al Álvaro Cunqueiro, donde permanece en la UCI con pronóstico reservado.

Mientras, su agresor sigue en la calle. Un hombre de mediana edad que ya había tenido problemas en otros partidos. Se está trabajando para solicitar ya la prisión preventiva.

Anoche, el presidente de la Federación Galega de Balonmán, Bruno López, estuvo con Juanma Castaño en El Partidazo.