CELTA

Hugo Álvarez vino para quedarse

El jugador ourensano del Celta deslumbra por su fútbol y ya es un fijo para Giráldez

Santi Peón

Vigo - Publicado el

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A sus 21 años y ya está más que asentado en Primera división. Ya todo el mundo le conoce, y muchos intuyen de lo que es capaz. Porque todavía tiene margen de mejora y, por tanto, muchas cosas que demostrar en el fútbol profesional. 

El pasado domingo firmó ante el Real Valladolid uno de sus mejores partidos desde que forma parte de la primera plantilla. No solo por su gol, precedido de una excelente jugada individual, sino sobre todo por lo que aporta al juego del equipo partiendo desde la banda. Porque aunque conserva número del filial, Hugo ya forma parte del primer equipo a todos los efectos, y se ha convertido en un jugador fundamental para Giráldez, ya que encaja a la perfección en su esquema. 

El debut en Primera llegó un lunes de octubre. En 2021, con Eduardo Coudet en el banquillo. Ante el Getafe, en el Coliseum, en un partido que difícilmente podrá olvidar Hugo. Dicen que las primeras veces nunca se olvidan. 

Desde que Claudio Giráldez cogió las riendas de la primera plantilla, en el tramo final de la pasada temporada, Hugo Álvarez se ha convertido en un fijo en los entrenamientos. Atrás quedan ya las sesiones con el Celta B, con el que también despuntó antes de dar el gran salto. Pero el entrenador porriñés le conoce perfectamente de su etapa juntos en el filial, y sabe lo que el chico puede darle. 

Creo mucho en él, ha evolucionado en los últimos años porque ha trabajado mucho. Cuando un jugador de talento mejora su físico y su rendimiento, y tiene la humildad de trabajar como lo ha hecho él y tener la personalidad de jugar en Primera como en el patio de su casa, aunque se equivoque, creo que tiene mucho camino recorrido para despuntar en la categoría

Claudio Giráldez

Entrenador del RC Celta

Su techo no lo controla nadie, porque de talento va más que sobrado. Y de personalidad, también. No se arruga ante nadie y con su calidad puede desbordar a quien se le ponga por delante. Si a los buenos los pones a jugar, siempre sacas rendimiento. Eso ha sabido aprovechar Giráldez, al que no le tiembla el pulso a la hora de dar oportunidades sin mirar antes la edad que aparezca en el Documento de Identidad.