Acción social

Cáritas Santiago abrirá en 2022 nuevo centro de día y comedor en Vilagarcía y albergue en Pontevedra

La ONG de la Iglesia ha comprado un local en Vilagarcía para mejorar su atención social y terminará la primera fase de la reforma de su sede del centro de Pontevedra

Redacción COPE Pontevedra

Pontevedra - Publicado el - Actualizado

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Entre los proyectos de inversiones en atención social de Cáritas diocesana de Santiago hay iniciativas inminentes en Vilagarcía de Arousa y Pontevedra.

En el caso de la localidad arousana, la recepción de una herencia que marcaba ser dedicada a personas sin hogar de la comarca de O Salnés ha permitido pagar parte de la compra de un local en el centro de Vilagarcía y reformarlo para convertirlo en un comedor social mayor que el actual, un centro de día y centro de formación. La obra prevista comenzará en cuanto el Concello condeda la licencia correspondiente.

En Pontevedra, este verano se abrirá el albergue para transeúntes de la sede de Cáritas de la calle Joaquín Costa. De esta forma, se cerrará el actual de Monte Porreiro para tener seis plazas extra en el centro de la ciudad y dedicadas a mujeres, que hasta ahora solo podían acudir a Calor y Café, entidad que ha anunciado su cierre este mes de junio.

Memoria anual de Cáritas

Cáritas atendió a un total de 40.557 personas durante el año 2021 en la Diócesis de Santiago de Compostela. La mayoría, el 55,6%, fueron mujeres y el 44,4% restantes, hombres, lo que muestra un cambio de tendencia con respecto a años anteriores en los que el número de varones era superior.

También una amplia mayoría de los beneficiarios, el 58,37%, tenían nacionalidad española, mientras que el 38,75% eran extranjeros de fuera de la Unión Europea y el 4,4%, de dentro del espacio comunitario.

Son datos recogidos en la memoria anual de la organización presentada este miércoles por el director diocesano, Anuncio Mouriño, en una rueda de prensa en la que también han participado el responsable de Comunicación, Javier García, y el delegado episcopal, Jesús García.

Además, se observa una variación en cuanto a la edad de los atendidos por Cáritas, ya que la franja más importante la representaron personas entre 36 y 65 años (44%), frente a los de 13 a 25 años (14%). Del mismo modo, los mayores de 66 fueron el 5,5% y los menores de 12 a 17, el 13,2%.

En cuanto al perfil socioeconómico, la mayoría son personas sin ingresos (64,2%), seguidas de las que perciben algún tipo de pensión o prestación (21,31%), mientras que en torno al 7,9% tienen una nómina. Los hogares de una pareja con hijos fueron el 26,81%, los de una persona que vive sola es el 22,29% y los monoparentales -principalmente una mujer con sus niños-, el 15,14%.

Tal y como ha explicado Mouriño, Cáritas Diocesana en Santiago de Compostela tuvo unos ingresos totales en 2021 de 7.396.076 euros y unos gastos de 6.650.452, por lo que el resultado fue positivo en más de 740.000 euros gracias a un aumento de los fondos recibidos y una "contención del gasto", que disminuyó un 7%, según recoge la memoria en base a una auditoría sobre las cuentas anuales.

La inflación crea más trabajadores pobres

El director diocesano ha aprovechado la rueda de prensa para advertir del aumento de las dificultades que atienden desde la irrupción de la pandemia de la covid-19 y la crisis energética. En este sentido, ha puesto el foco en la subida del IPC y de los alquileres, por lo que se han mostrado "muy preocuados" por lo que han denominado una "tormenta perfecta".

Así, Mouriño ha señalado que la inflación golpea con "especial contundencia a quienes menos tienen" y "siempre pagan los mismos", porque "los que están arriba tienen un paraguas o un techo que les abriga". Del mismo modo, ha denunciado que "mucha gente este invierno no pudo encender la calefacción".

"Ahora hay trabajadores pobres que hace seis o siete años ganaban 1.000 euros, venían a Cáritas y no se les atendía, y en estos momentos sí", ha explicado, sobre cómo la subida de los precios ha cambiado el perfil de los beneficiarios, al tiempo que ha lamentado que "la pobreza cada vez tiene más rostro de mujer".

Necesidad de vivienda y luz asequible

Cáritas Diocesana calcula que, en todo 2021, gastó en torno a 468.000 euros en ayudar al pago de alquileres y sobre 106.000 en facturas de la electricidad, "una barbaridad". Mouriño ha saludado que las administraciones, como la Xunta con su 'Bono de Alugueiro Social', tengan apoyos en este sentido, pero ha advertido que muchas personas no pueden acceder a ellos porque "no tienen papeles" del contrato y pagan "en negro".

Con todo, el director diocesano ha indicado que en alimentos invierten "cada vez menos", sobre 30.000 euros en 2021, porque hubo una disminución de la demanda, en parte gracias a programas como la tarjeta monedero que lanzó la Administración gallega para comprar bienes de primera necesidad.

Frente a esto, ha advertido que el ingreso mínimo vital (IMV) del Gobierno central, por ejemplo, "no se nota" porque se demostró que "no funciona".

Atención a personas refugiadas de Ucrania

A preguntas de los medios sobre si se prevé un aumento de las personas atendidas para 2022, Mouriño ha señalado que hay "muchos factores" que pueden influir, pero sí ha reivindicado que desde la crisis sanitaria "las colectas se incrementaron". "La gente fue muy generosa", ha agradecido.

Además, ha calculado que Cáritas Diocesana de Santiago invertirá sobre 100.000 euros este año en atender a refugiados por la guerra en Ucrania, que en gran parte son "gente que no tiene recursos ni niguna ayuda oficial".

A modo de ejemplo, ha mencionado que en el Centro de Peregrinaciones Juan Pablo II situado en el Monte do Gozo, en el que colabora esta organización, acoge en estos momentos a 43 ucranianos, "la mayoría mujeres y niños".