Portamérica

Pulseras festivaleras de gominola y con sabor a vino Albariño

El chef Pepe Solla había valorado el sabor licor café o a mirabeles, un fruto quizá poco reconocible fuera de Galicia.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El Festival Portamérica no solo traerá a Caldas de Reis a artistas de la talla de Rozalén, Andrés Calamaro o Amaia. Del jueves 4 al sábado 6 de julio, chefs de nivel nacional e internacional ofrecerán sus platos en la villa termal.

Para resumir esa unión del apartado musical con el gastronómico, el cocinero Pepe Solla tiene la receta de una pulsera festivalera con sabor a vino Albariño.

“La idea surgió de forma natural hablando con el equipo de Guía Repsol de dar con algo que identificara el festival con la gastronomía. Podía parecer descabellado, pero una pulsera comestible resultaba en realidad lo más lógico. Como estamos en Rias Baixas y Caldas es una subzona, el albariño encajaba perfecto”, explica el chef de Poio Pepe Solla (3 Soles Repsol y una Estrella Michelín), responsable de la parte gastro del festival en el que 30 cocineros de alta cocina elaboran tapas de autor en una enorme cocina en medio de la carballeira de Caldas de Reis.

La pulsera se repartirá a los primeros festivaleros del Portamérica que cada uno de los tres días se acerquen al Showrocking Guía Repsol para pedir los pinchos de alta cocina de Maca de Castro, Andoni Luis Aduriz, Yolanda León o Diego Guerrero, entre otros, y hasta que se agoten las existencias. Los afortunados tendrán que decidir si se la comen a mordiscos después de ponérsela en la muñeca o resisten la tentación y la guardan junto a su colección de pulseras de festival.

“Cuando uno piensa en un festival, automáticamente el recuerdo es la pulsera. Y como Portamérica tiene un cartel gastro al mismo nivel que el musical, nos parecía que un vínculo que expresaba muy bien esa unión, era una pulsera que se puede comer”, explica la directora de Guía Repsol, María Ritter.

En el Obrador de ‘130º’ (Madrid), Alberto Miragoli y Kate J. Good han materializado la pulsera, después de probar diversas opciones. “Una botella de albariño da para elaborar ocho pulseras, a la que hemos añadimos azúcar, pectina, zumo de limón y glucosa”, tal y como explica Miragoli.