Arqueólogos buscan en Porriño vestigios de los primeros hombres en Galicia
En un plazo estimado de dos meses se conocerán los resultados de las analíticas realizadas a las piezas encontradas
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Un equipo de arqueología busca en Porriño vestigios de los primeiros hombres de Galicia. Los investigadores, liderados por los arqueólogos Eduardo Méndez-Quintas, de la Universidade de Vigo, y el prestigioso arqueólogo del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, Manuel Santonja, intervienen en el yacemento de las Gándaras de Budiño con el objetivo de datar con precisión las piezas paleolíticas que esconde la zona de la lagoa.
El estudio, que cuenta con el apoyo del Concello de Porriño, revelará si, como sospechan los especialistas, en las Gándaras se encuentran los primeros rastros de presenza humana en Galicia. “Los yacementos de las Gándaras de Budiño siempre fueron referentes en Galicia tras el descubrimento de Emiliano Aguirre en el año 1961”, explicó el arqueólogo Eduardo Méndez, quien también señaló que “en ese momento los avances científicos no permitían datar con precisión y el estudio que se hizo determinó que los restos encontrados tenían una antigüedad de unos 26.000 años cuando nosotros estimamos que podrían tener una edad que ronda los 300.000 años”. Así, en un plazo estimado de dos meses se conocerán los resultados de las analíticas realizadas a las piezas encontradas, piezas que determinarán si las Gándaras de Budiño es el yacemento más antiguo de Galicia.
“Estos estudios tienen un valor que va mucho más allá de lo local y autonómico ya que permitirán borrar esa idea errónea de que en Galicia el paleolítico iba con retraso y conocer con más precisión los movimientos humanos en Europa en la prehistoria”, apuntó el alcalde de Porriño, Alejandro Lorenzo. “Nuestro concello guarda datos de gran valor para todo el mundo”, apuntó Alejandro Lorenzo.
La intervención, que se estenderá hasta este domingo, continúa con las pruebas y está a obtener resultados muy valiosos e inesperados ya que, como apunta el director del equipo, no es habitual encontrar tal densidade de piezas y a ese nivel de superficie en yacementos ibéricos.