Las angulas son el tesoro del Río Miño y alcanzan un precio récord: 630 euros al kilo

El próximo día 23 se abre la segunda de las tres ventanas de diez días para proceder a su pesca

Redacción COPE Vigo

Vigo - Publicado el - Actualizado

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A quien le sobren 600 o 700 euros, tal vez se pueda plantear esta Nochebuena sustituir el tradicional pavo por un kilo de angulas, esa ambrosía de la que todo el mundo ha oído hablar pero que no tantos han probado. Es uno de los grandes tesoros del río Miño y, como todos los tesoros, tiene muchos pretendientes, por lo que necesita protección, labor de la que se encarga la Armada Española.

"El tramo internacional del río Miño son 77 km que van desde la desembocadura hasta la presa de Frieira, prácticamente, y es una jurisdicción compartida desde hace 161 años con la Marina portuguesa. Es decir, somos tanto la Armada española como la Marina la policía del río", ha explicado en COPE el comandante Andrés Díaz-Ripoll

un bien muy preciado

Díaz-Ripoll sabe bien que "la angula es un es un bien muy preciado" por su sabor y por su escasez, no en vano está catalogada como especie en peligro de extinción. De ahí, que, según explica, sea la propia UE la qué dictamina en qué medida se puede pescar: un total de 30 días a lo largo del periodo de máxima migración, que en el caso de esta especia va de octubre a marzo.

Esos 30 días se distribuyen de diferentes maneras en función de las distintas comunidades autónomas. En el río Miño, tradicionalmente se dividen en periodos de diez días que coinciden con los momentos de luna más propicios para la marea entrante en el río, que es cuando las angulas aprovechan para remontar el río. El primero de esos periodos de diez días terminó el pasado 3 de diciembre.

Los pescadores tiene un llínite de dos kilos diarios pero en los primeros días de esa ventana de diez días consiguieron pescar apenas unos gramos. Las capturas fueron mejorando después, pero no demasiado, y los precios se dispararon alcanzado récords históricos.

"Yo no soy un experto en esto, pero según me han comentado ha sido un precio histórico porque en lonjas ha alcanzado los 630 euros el kilo, en lonja, que luego, lógicamente, cuando se vende a restaurantes pues el precio es mayor", explica el comandante, quien confiesa que se cuenta en el grupo de humanos que jamás ha probado la angula pese a que él se encarga de que siga habiendo esta especie en el río. O tal vez precisamente por ello.

      
             
      

furtivos

La segunda ventana de oportunidad se abre a partir del próximo día 23 de diciembre, y a la espera de ver qué precios alcanzan esta vez en la lonja las angulas, quienes las pueden pagar se frotan las manos ante la expectativa de poder contar de nuevo con la oportunidad de adquirir un manjar por el que se pagan cantidades obscenas de dinero allende nuestras fronteras, una de las razones que alimenta el furtivismo, que se da en muy diferentes escalas. No es infrecuente que la policía consiga desmantelar tramas internacionales para el cultivo y venta ilegal de esta especie, pero las trampas existen también a menor nivel.

"Tenemos prácticas que que rozan la ilegalidad. Por ejemplo, sabemos que cuando a un pescador se le está dando bien la noche y sabe que o cree que va a pasar de los 2 kg, como nosotros tenemos patrullas en los puntos de venta, pues sabemos que le pasan captura a otro compañero o a gente en tierra para no llegar a esos 2 kg", explica Díaz-Ripoll.

A él y a sus hombres corresponde velar por que ese tipo de prácticas y otras mucho más abusivas no se lleven a cabo en el río Miño para que sus aguas puedan seguir presumiendo de contar con uno de los tesoros acuáticos más cotizados del planeta.