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Ataca a la Policía en Vigo con una guadaña para evitar ser detenido

Los agentes lograron tras mucho esfuerzo reducirlo tras echarle gas pimienta

Cedida

Un agente de la Policía Local de Vigo accede a un coche patrulla

Redacción COPE Vigo

Vigo - Publicado el

2 min lectura

      
      
             
      

Un hombre de 36 años con tres requisitorias judiciales vendió caro su pellejo cuando fueron a detenerlo varios agentes de la Policía Local de Vigo, a los que recibió blandiendo una guadaña de grandes dimensiones.

Sucedió a primera hora de la noche del pasado miércoles en la calle Castaña, a donde los agentes acudieron tras ser advertidos por el dueño de una vivienda de un posible robo en su casa, en la que él no estaba pero podía monitorear desde su teléfono móvil gracias a un servicio de vigilancia que tenía instalado. 

Los agentes pudieron entraron en la vivienda después de que el inquilino, que habíaa llegado antes que ellos, les franquease la puerta tras advertirles de que sospechaba que el presunto intruso estaba todavía en su interior, como resultó ser.

COMIENZAN LOS ATAQUES

Una vez en el interior, los agentes fueron amenazados desde el piso superior con recibir un disparo si seguían avanzando. Los agentes vieron al ahora detenido y decidieron solicitar apoyo de más unidades. Así, se sumaron al operativo una patrulla de la Policía Nacional y otra patrulla de la Policía Local, los cuales fueron recibidos con el lanzamiento de un adoquín y de un extintor en cuanto trataron de avanzar. Fue el inicio de una lluvia de objetos que recibieron los agentes en cuanto decidieron avanzar pertrechados tras el escudo de uno de los agentes de la Policía Nacional, el cual terminó fracturado por el impacto de otro adoquín

El ahora detenido, muy agresivo y sin dejar de proferir amenazas constantes, esgrimió una guadaña cuando no tuvo más objetos que arrojar a los agentes, los cuales trataron de reducirlo rociándolo con gas pimienta, lo que no resultó porque gracias a la guadaña el fugitivo conseguía mantenerlos a distancia.

Finalmente, mientras estaba ocupado en repeler a la dotación que trataba de acceder desde el hall de la vivienda, descuidó su espalda y no se percató de que hasta tres agentes habían trepado hasta la terraza logrando acceder a la estancia en la que se encontraba. Cuando el fugitivo se dio cuenta trató de atacarlos con la guadaña, pero entonces sí, entre unos y otros, los agentes consiguieron rociarlo con gas pimienta como primer paso para reducirlo y detenerlo para su inmediata puesta a disposición de las autoridades competentes, en atención a los distintos mandatos Judiciales.