aniversario
La catedral de Tui cumple 799 años
El deán afirma que visitarla es una oportunidad de ver "más allá de lo que a simple vista se ve"
Vigo - Publicado el - Actualizado
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El 1 de diciembre de 1225, el obispo Esteba Egea consagró la catedral de Tui, que este lunes comienza a descontar los 365 días que faltan para que esta construcción iniciada a principios del siglo XII cumpla nada menos que 800 años.
Tui y la Diócesis Tui-Vigo lo han celebrado en la mañana de este lunes con una eucaristía presidida por el actual obispo, Monseñor Antonio Valín, en la misma catedral. La misa ha estado precedida por una jornada de convivencia sacerdotal que comenzó a las once de la mañana, con tiempo para la oración personal de los presbíteros.
Después, el deán de la catedral y delegado diocesano para la Causa de los Santos, José Diéguez, impartió una charla informativa sobre el estado del proceso de canonización del patrono de la diócesis, Pedro González Telmo, cuyos restos están en la propia catedral desde casi su consagración.
Del valor de la catedral ha dado testimonio el propio Deán en los micrófonos de COPE: "Estamos poniendo en valor todo lo que significa todo su valor cultural, que está al servicio del culto, pero que tiene en sí mismo un valor cultural e histórico, que creo que estamos poniendo de relieve", ha dicho antes de explicar algunas de sus virtudes.
"Es la única catedral, con la de Santiago, con un transepto de tres naves, originalmente es la que aporta el primer gótico por estas latitudes. Ellas misma es un ejemplo del paso del tiempo, que queda reflejado en los diversos estilos arquitectónicos y artísticos, desde el Románico al Barroco", señala el deán.
Pero su principal valor sigue siendo religioso, que es el que motivó su construcción, por eso Diéguez da el siguiente consejo a quienes se acerquen a este tempo con ocho siglos de historia: "Que se dejaran llevar, pero sobre todo que vaya más allá de lo que a simple vista se ve", señala.
"La visita a la catedral invita a tener un discurso en que hay un diálogo, entre el Señor, que es la cabeza de la Iglesia, y nosotros, que podemos ir por distintos motivos, pero lo visita ha de ser como una especie de sacramental, valga la expresión, de lo que es la vida: un discurrir, una conversación y un diálogo. La visita a la catedral tiene esa virtud de que nosotros podemos relacionarnos gracias a ella con aquel a quien está dedicado este templo", concluye.