La desaparición de las gaviotas en Cíes enciende todas las alarmas

Nueva señal de alarma ante la desaparición de las gaviotas en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas. En esta ocasión, la alarma procede del último censo que realiza la Xunta de Galicia y los resultados no pueden ser más decepcionantes.

"Es un problema. Está bajando alarmantemente. De hecho la mejor población que tenemos actualmente en el parque es la de Sálvora, con un número de gaviotas más importante que las islas Cíes", explica José Antonio Fernández Bouzas, más conocido como Pepín, es el director del Parque Nacional de las Illas Atlánticas.

El parque nacional llegó a tener 30.000 parejas de gaviotas, en una época en que había vertederos. Hoy no llegan a las 5.000. "Hemos encontrado que hay una enfermedad", explica Pepín, según el cual se trata de un síndrome paralizante que provoca mortandad en aves y que se da en toda la costa atlántica, llegando a los países nórdicos.

CONSECUENCIAS

La desaparición de la gaviota del Parque Nacional tiene consecuencias. Para empezar, altera el orden del ecosistema. Pero también tiene causas, las cuales no están todavía del todo claras.

"Estamos viendo que el síndrome puede darse con otras enfermedades como botulismo, que puede tener otro tipo de enfermedades; que puede ser las tres cosas; falta de alimento, aumento de temperaturas de las aguas. Es decir, es un conjunto de cosas, lo que pasa es que si le afectan a las gaviotas es que algo pasa y el ser humano debe buscar una solución porque si le pasa a la gaviota nos puede pasar a nosotros en un futuro. Es un tema problemático". añade.

Pepín recuerda que la gripe aviar se transmitió en Estados Unidos a los seres humanos y afirma que la apuesta no puede ser otra que más y más investigación. El Ministerio de Medio Ambiente, el CSIC o diferentes universidades están en ello. También instituciones de otros países, porque este fenómeno está sucediendo en toda la costa atlántica. Las gaviotas también desaparecen masivamente de países tan lejanos como Irlanda. Y de momento, nadie tiene del todo claro por qué.