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¿Está en Vigo el mejor pan de España?

La catarata de premios que ha recibido en los último años Diego Marín lo avalan

Redacción COPE Vigo

Vigo - Publicado el

4 min lectura

      
      
             
      

Hace unos meses fue nombrado el Mejor panadero de España 2024. Un premio que vino a unirse a otros galardones que había conseguido antes, como Miga de Oro de Galicia y Mejor pan de masa madre de España en 2022, Mejor pan nutricional de España, Subcampeón de The Baker y Mejor pan nutricional de España en 2023, o Mejor figura artística de España en 2024. Y ahora acaba de ser galardonado con una segunda estrella. Se llama Diego Marín y es ambicioso: persigue "la tan ansiada Miga de Oro" a nivel nacional, una vez conseguida la de Galicia.

¿Su secreto? Básicamente, el amor: "El cariño que le pongo, sí, yo siempre lo digo. Y la gente, dice, qué romántico eres. ¿Cómo hablas así de este oficio? Pues porque este oficio es muy bonito, por eso hay mucha gente que haciendo pan en casa se enamora y al final montan sus propias panaderías. Dejas como una parte de tu espíritu, de tu alma, ahí impregnado y al final eso se lo lleva a la gente a su casa. Es felicidad que compartes con ellos y yo creo que ese sentimiento es lo que me hace seguir adelante y seguir haciendo las cosas que hago", ha explicado Diego en COPE.

CUESTIÓN DE MANOS

Diego no siempre ha sido panadero, al contrario, ha sido "muchas cosas" antes de ponerse a amasar. "En realidad lo que soy es escultor. Al final me dediqué a la escultura de pan, o sea que que es es un oficio parecido porque todo tiene que ver con las manos y el arte y la creatividad que tú tengas en tu cabeza, en tu forma de ser y en todo en la vida en general. Y eso lo transmití, toda la creatividad que tengo la transmití al pan y yo creo que se me dio bien", cuenta

Aunque su panadería está en una céntrica zona de Vigo, Diego es canario y un trotamundos. Vagó por muchos sitios antes de asentarse en Vigo, de donde es su esposa, cuando fueron padres. Y no descarta volver a hacerlo en un futuro. De momento, se pasa la vida viajando. Da conferencias, participa en concursos, asiste a convenciones...

"Básicamente, esto para mí es como mi centro neurálgico, que es donde está mi mujer, mi hija y la gente que a la que aprecio. Y después yo me muevo por todo el país. Al final, siendo campeón de España, teniendo tanto reconocimiento fuera, soy una persona que se le da asesorar panaderías, abro negocios nuevos, doy masterclasses y seminarios. Me llaman para un montón de cosas que hay por el país, fuera del país y demás, y me dedico a eso, que al final eso es el dinero, por decirlo así, que yo me saco por debajo de la mesa. Para poder vivir de una manera un poquito más cómoda y no solo estar aquí en el negocio. Y también me permite valorar otros aspectos de la vida, mejorar como persona, porque al final en todos estos trayectos, todos estos viajes que yo hago, conozco a muchísima gente", explica antes de afirmar que todo ello le permite crecer como persona y como profesional.

Sin relevo

El oficio de panadero está asociado en el imaginario colectivo a los madrugones inclementes, lo que según Diego es una idea equivocada. Este trabajo ha cambiado gracias a la evolución de la tecnología, la cual permite, por ejemplo, que sus cinco trabajadores entren a las siete de la mañana. Sin embargo, y tal vez por esa percepción que tenemos de lo duro que es el trabajo de panadero, el relevo no está garantizado

      
             
      

"Eso es un grave problema que hay ahora porque a la gente le gusta cada vez menos trabajar y más vivir de las ayudas", afirma. No niega que "al final es un trabajo que sí te requiere un esfuerzo" un poco mayor que el de otros gremios, pero entiende "que es un oficio tan bonito que eso lo suple"  

Entretanto, Diego continúa amasando su pan, que produce con elementos naturales, muchos traídos del extranjero. Eso eleva el precio de su producto, algo que, según explica, comprenden los clientes de su panadería, los cuales no acuden al obrador en busca de rebajas sino de la calidad de su producto final, ese que le ha granjeado el reconocimiento del que hoy disfruta.