Mondariz Balneario se retrotrae a 1924 para celebrar el centenario de su independencia

De todos los municipios que hay en España, el de Mondariz-Balneario es el más pequeño. Apenas 2,5 kilómetros cuadrados y unos 800 habitantes. Pero el tamaño de esta diminuta localidad pontevedresa no se mide en centímetros, sino en los kilates de historia que acumula. Por allí, a tomar sus aguas, pasaron personajes como Emilia Pardo-Bazán, Rosalía de Castro, Alfonso XIII y hasta el mismísimo Rockefeller. 

Este fin de semana, Mondariz-Balneario rememorará eso y mucho más porque celebra el centenario de su independencia, que consiguió gracias a la pujanza de sus aguas termales. La localidad recreará la vida en la villa termal en sus años dorados, con baile charleston, menús de la época, partidos de crocket y catas de aguas y vinos y música, entre otras muchas actividades.

El espíritu de la celebración consiste en "dar valor a la historia de Mondariz-Balneario y a todos sus vecinos, que hicieron posible que la villa tenga la historia que tiene", ha dicho en COPE el alcalde de la localidad, César Gil, quien recuerda que Mondariz Balneario tiene "una historia muy potente con muchas visitas de muchas celebridades" y llena de curiosidades, como la moneda propia que la villa tenía en los tiempos que este fin de semana se rememoran.

"Mondariz Balneario tenía una marca internacionalmente", señala el regidor, quien recuerdas que la Real Academia Galega "escogió la localidad para celebrar unas sesión y nombrar a Ramón Cabanilas", o que por la villa pasó gente como Rosalía de Casto, Eduardo Pondal o Martín Echegaray, "personajes que venían a descansar y a sanar, porque Mondariz Balneario sirve para sanar por dentro y por fuera".

Según Gil, si todo eso fue posible, fue gracias a los vecinos y lo duro que trabajaron "para que estas personas estuviesen a gusto y repitiesen", colaborando así a difundir las bondades de este pequeño municipio que continúa atrayendo a multitud de personas desde todas partes del mundo.

La fiesta, claro, es para todos los públicos y se celebrará en las inmediaciones del Gran Hotel, lo que implica que no habrá que colcarár demasiados adornos. Pero es una fiesta temática,. y se agradece qui quien acuda escoja su vestimenta adecuadamente para encajar en la celebración.

Habrá talleres de charleston y swing, sesión vermú con música de época, catas de vino y agua, law tenis, exhibiciones de crocket y hasta comida propia de la época que los restaurantes locales se encargarán de cocinar.