Povisa admite conversaciones con su posible comprador

El hospital Povisa admite que ha mantenido "conversaciones" con el Grupo Ribera Salud para la venta de este centro sanitario situado en Vigo. No obstante, insiste en que dichos contactos todavía "no se han concretado en ningún acuerdo". Declaraciones que llegan después de que trascendiese que la posible venta a Ribera Salud --propiedad de la empresa norteamericana de seguros Centene Corporation-- podría estar casi cerrada, desde Povisa apuntan que dichas conversaciones son del mismo calado que las mantenidas con otras empresas interesadas en adquirirlo.

El mayor hospital privado de Galicia, que mantiene un convenio con el Servizo Galego de Saúde (Sergas) para atender a más de 135.000 pacientes del área de Vigo, solicitó hace un año entrar en concurso de acreedores al declarar pérdidas de siete millones de euros en el año 2018.

Sin embargo, retiró el concurso tras un acuerdo alcanzado con la Consellería de Sanidade en diciembre de 2018 por el que la Administración autonómica asumiría el coste de las medicaciones de alto impacto. En contrapartida, la cuota per cápita que recibe Povisa disminuyó de 540 a 504,79 euros.

EL SERGAS PIDE MANTENER PUESTOS DE TRABAJO.

En caso de confirmarse la venta, desde el Sergas ya han asegurado que "exigirá y defenderá el mantenimiento de la calidad asistencial" en el área sanitaria, así como "el mantenimiento de los puestos de trabajo". Además, recuerdan que el convenio entre la Xunta y Povisa se mantiene vigente hasta el 2022. De este modo, aunque se llegue a efectuar la venta, el servicio tendría que mantenerse.

COMITÉ EMPRESA POVISA

Por su parte, el comité de empresa de Povisa reclama una reunión urgente para este lunes a la dirección del hospital. "Queremos una explicación", ha señalado la portavoz del comité de empresa, Chus Neira (CIG), tras criticar que los trabajadores se enterasen a través de los medios de comunicación de esta noticia. "Nos parece increíble que el comité no esté informado de nada", ha afeado Neira, quien también ha achacado el "secretismo" de las negociaciones a que "no querrían problemas de ningún tipo".