Un robot submarino e IA para "contar" erizos en las rías de Vigo y Arousa

El año pasado se vendieron en las lonjas de toda Galicia más de 600 toneladas de erizos de mar a un precio medio de 12,7 euros el kilo, una cantidad lo suficientemente importante para estudiar muy en serio este recurso.

Y eso es lo que harán a partir del mes que viene el Instituto de Investigaciones Marinas y las principales cofradías de pescadores de las rías de Vigo y Arousa. Lo harán con un pequeño y compacto robot submarino de algo menos de medio metro cuadrado que recorrerá las profundidades de las rías. El proyecto se llama Perizia y al frente está Luis Taboada.

"El erizo es un recurso muy valioso que está creando mucho beneficio a las cofradías y a las flotas gallegas en este momento, entonces es necesaria una gestión adecuada que garantice que siga habiendo erizo en los próximos años. Pese a que la Xunta está llevando a cabo una gestión bastante eficiente basada en las descargas, creemos que falta conocimiento del estado de las poblaciones, tanto de las que están siendo explotadas actualmente como de las que no o que se desconocen", ha explicado Taboada en COPE. 

un dron submarino

El encargado de la tarea es una especie de dron submarino, un robot que lleva incorporada una cámara y que puede ser manejado con un mando a distancia desde una embarcación u operar de forma autónoma previa programación. Su labor es recoger imágenes a las que después se aplicará un algoritmo de IA para procesarlas y, "por decirlo de alguna forma, contar" erizos en las zonas que se muestreen, que serán aquellas que indiquen las cofradías, que por algo son las que mejor conocen el medio. 

"Es un proyecto de 18 meses. Queremos hacer primero una prueba de concepto para ver si la tecnología y lo que obtenemos son de utilidad", explica Taboada, que avisa de la complejidad del medio marino, lo que puede generar sorpresas con las que de momento no se haya contado.

"Creemos que se puede hacer una explotación más eficaz para que no suceda lo de Asturias, donde desde 2016 estaba cerrada la pesquería del erizo porque se agotó, se esquilmó. Pese a que cofradías y Xunta están haciendo un esfuerzo, y lo están haciendo bien, a la hora de gestionar, creemos que con un mayor conocimiento se puede hacer un poquito mejor incluso y ayudarle s a abrir nuevas áreas de explotación del recursos", señala Taboada.

Si todo va bien, cuando finalice el proyecto las cofradías contarán con valiosa información para explotar y preservar con eficiencia este recurso cuyo precio se multiplicó por cuatro en tan sólo una década.