Las vías 30 de Palma pasan a ser un objetivo habitual de las unidades de radar de la policía local

Atención conductores de Palma porque la Policía Local de Palma ha incorporado a su estrategia preventiva de incremento de la seguridad viaria, el desarrollo de controles de velocidad a las vías 30. 

Estas calle recuerda el Ayuntamiento  son "espacios idóneos para la circulación de patinetes eléctricos y bicicletas con mayor seguridad". En este sentido, las vías 30 pasan a ser un objetivo habitual de las unidades de radar, que operarán con normalidad en las calles donde no se pueda superar esta velocidad.

Los patinetes son objeto de especial atención por parte de la Policía Local por el peligro que supone por los peatones cuando hacen un uso inadecuado de las aceras. Pero recuerda el consistorio palmesano que la actuación policial no se puede limitar únicamente a denunciar a quién infringe las normas circulando por las aceras, también hay que velar por la seguridad de estos vehículos al hacer uso de la calzada.

Recuerda la Policía Local que las vías 30 son alternativas por estos tipos de vehículos, que no siempre son respetadas por el resto de turismos, motos u otros usuarios, poniendo en riesgo a los más débiles, como por ejemplo en este caso, los patinetes o las bicicletas.

Casi la mitad de los vehículos incumplen la velocidad

Así, las mediciones de exceso de velocidad de la semana pasada en las calles Biniamar, Crédito Balear y Baltasar Valentí, han dado como resultado el control de 925 vehículos entre turismos y motos, y han registrado un total de 424 infracciones para superar los 30 km/h y que, por lo tanto, "aumentaban el peligro por los usuarios de VMP y bicis".

Informa la Policía que este tipo de pruebas se pueden hacer desde vehículos o con radares portátiles.

Recuerda el Ayuntamiento de Palma que las infracciones por exceso de velocidad pueden generar sanciones hasta 600 euros, pérdida de 6 puntos, o incluso llegar a tener relevancia delictiva con penas de seis meses de prisión o multa de hasta doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, la retirada del permiso de conducción por un tiempo máximo de cuatro años.

Insiste el consistorio que, a partir de ahora, estos controles serán habituales.