El "beso no consentido" a Scaloni en la clasificación de Argentina para semifinales de Copa América
El seleccionador argentino residente en Mallorca ha bromeado por el beso en la boca que le dio el utillero tras clasificarse para semifinales de la Copa América
Mallorca - Publicado el - Actualizado
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El fútbol provoca emociones a veces incontrolables, ya sea euforia, ira, tristeza, que se multiplican muchas veces cuando se trata de equipos nacionales. La pasión puede ir en función de factores culturales y la idiosincracia de cada nación. Una clasificación con el sufrimiento de una tanda de penaltis puede provocar toda clase de reacciones como la que se ha dado en el Argentina-Ecuador de cuartos de la Copa América.
La clasificación a semifinales de la Copa América ha tenido mucho suspense para Argentina, defensora del título, ya que ha visto como Ecuador forzaba los penaltis en el 91' con gol de Kevin Rodríguez, que igualaba el tanto de Lisandro Martínez. Para colmo, en los penaltis ha errado el mismísimo Messi, al mandar un lanzamiento panenka se iba al larguero.
El gran protagonista ha sido una vez más el Dibu Martínez, quien detenía dos penaltis de la selección ecuatoriana para finalmente Nicolás Otamendi lanzar el penalti decisivo que mete en la semifinal a Argentina, en la que se encontrará o a la Canadá del mallorquinista Larin o a Venezuela.
Pero lo más sorprendente ocurrió al finalizar la sufrida tanda de penaltis, en un gesto de euforia y de locura el utillero del equipo argentino, Mario Di Estéfano, "Marito", plantaba un beso en la misma boca al seleccionador Lionel Scaloni. Preguntado por la efusiva felicitación, el técnico residente en Mallorca se lo tomó con humor: "A Marito lo conozco de toda la vida. Me vino a saludar. No la vi la foto. Es un amigo, un tipo entrañable. No me di cuenta dónde me dio el beso. Son cosas que pasan cuando estás alegre”. Tras sortear como pudo la cuestión, viendo incluso la foto que le mostraban, Scaloni acababa con retranca: "Pero no fue consentido, eh" provocando las risas de los periodistas.
Y es que la cuestión de los "piquitos" (Rubiales dixit) ha dado la vuelta al mundo tras la polvareda armada en la conquista de España de la Copa Mundial, con todo el lío político que provocó en el país el gesto del entonces presidente de la Federación Española de Fütbol, Luis Rubiales, a la jugadora Jenni Hermoso, asunto que acababa en los juzgados ante la presión política y social por parte de diferentes colectivos. Asunto todavía pendiente de sentencia judicial.
Si algo ha demostrado Scaloni, además de ser un gran técnico, es su capacidad como gestor de emociones, capaz de descargar de tensión cualquier cosa y quitarle la presión a un equipo siempre exigido, de una gran presión como la albiceleste. Así hizo a Argentina campeona de la Copa América y sobre todo, así consiguió la tercera estrella en el pecho de los argentinos con el Mundial.