Reacción ejemplar del Baleares con los dos seguidores que provocaron el cierre de Son Malferit

El Atlético Baleares ha resuelto el desagradable incidente que ha provocado el cierre de Son Malferit y una multa de 2.000 euros por parte del Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol. Los hechos ocurrieron en el último partido de liga del Baleares FC (equipo femenino).

Las incidencias de público fueron los gritos racistas de un aficionado en la grada y las amenazas de otro al equipo arbitral al término del partido. Estos hechos provocaron el cierre dos partidos de Son Malferit y una sanción de 2.000 euros.

En el caso de las amenazas, el Baleares ya comunicó al seguidor que está expulsado un año, sanción que aceptó, mientras que en los últimos días el otro aficionado ha satisfecho la multa de 2.000 euros y también acepta un año sin poder entrar a los partidos. Dicho seguidor ha aceptado la sanción del club antes que enfrentarse a un posible proceso penal.

A pesar de las medidas ejemplarizantes del ATB, el Comité de Apelación de la RFEF ha mantenido el cierre de dos partidos de sanción, motivo por el que (el Baleares jugó la ida del ascenso a 1ª RFEF el pasado domingo a puerta cerrada, cumpliendo de esta forma el primer partido de cierre.

El Comité de Apelación no ha levantado el castigo al Baleares por lo que el primer partido de liga también será a puerta cerrada, algo que no ha sentado bien en el club, ya que es el mismo Comité de Apelación que ha levantado el cierre de la grada del Metropolitano en Primera División, tras los gritos racistas a Nico Williams que motivaron el cierre por parte del Comité de Competición.

El Comité de Apelación levantó el castigo del Comité de Competición porque el Atlético había identificado a dichos seguidores y aplicado el protocolo en estos casos. En la Vía de Cintura no entienden que el mismo Comité de Apelación que entiende que el club ha hecho lo necesario en el caso del Atlético de Madrid no haya tenido el mismo criterio en el caso del Atlético Baleares.