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Ernesto Rodríguez tras el debut en Primera de su hijo Adri: "Siempre intenté que la presión no le quitara la infancia"

El ex internacional y técnico de voleibol vio a Adri sereno en su debut y admite que se emocionó igual que él. "Jugar en Primera División siendo portero es muy difícil"

Jordi Jiménez

Mallorca - Publicado el - Actualizado

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La Primera División española ha visto el debut de otro futbolista mallorquín. Se trata del portero Adrián Rodríguez Giménez, portero del Alavés, quien debutaba el pasado sábado la máxima categoría al sustituir a su compañero Sivera.

Adri, como es conocido, ha debutado a los 24 años. En casa su debut se vivió con la misma emoción que mostraba el jugador tras el partido, quien apenas podía contener el llanto tras su debut y victoria. Sólo él sabe lo que le ha costado llegar hasta ahí, aunque algo sabe su padre, el ex internacional y técnico de voleibol, Ernesto Rodríguez. El padre relata en Deportes Cope Baleares cómo vivió un día tan especial y admite que también se emocionó.

"Me emocioné al verle a él. Cuando sales piensas en que le salga bien, que no encaje, que esté bien, luego ya al verle pues no somos de piedra y claro que te emocionas". 

¿Qué había tras esas lágrimas de Adri? "Sale toda esa emoción porque cuesta mucho sobre todo cuando eres portero, llegar a jugar en Primera División. El portero tiene pocas oportunidades, aparte de que él ha entrado como tercer portero, el año pasado en el filial haciendo dos grandes temporadas. A final de la pasada temporada tuvo una lesión de rodilla que le privó dos meses de estar con el primer equipo cuando acababa de entrar. En un segundo te pasa todo eso y lo difícil que es llegar". 

Ernesto no se muestra extrañado por el temple que mostró su hijo en un partido que estaba muy difícil, en inferioridad numérica, lloviendo sin parar, sin haber calentado y con el Villarreal atacando sin parar:

"Sí pensaba que iba a responder así, le conozco bastante, también deportivamente hablando, siempre le he visto con mucho temple, su cabecita  también ha trabajado mucho estos años para que el escenario no le devore. Todo estaba en contra, no era el momento propicio para debutar pero fue fuerte". 

El Alavés apostó por Adri.-

Ernesto Rodríguez recuerda que vieron como una buena opción para Adri marcharse a Vitoria cuando era jugador del Real Madrid.

"Sí, el Alavés se fijó en él en el último que estuvo en el Albacete. Firmó tres años con el Castilla, fue el primer año del covid, fue peculiar, paran de jugar y después el Real Madrid hizo reestructuración, le salió la oportunidad del Alavés y lo vimos bien, renunció a un contrato muy bueno en el Real Madrid pero la parte deportiva era lo que yo veía e incidimos en eso. Prueba, que cuidan la cantera, trabajan mucho, si van a por ti es para potenciarte".

Argentina y España.-

Curiosamente, Adri ha jugado con Argentina sub 20 por la ascendencia por vía paterna, y el padre, nacido en Argentina, jugó con España tras llegar muy joven.

"Afortunadamente tenemos doble nacionalidad y en algún momento te toca esa oportunidad, a él le tocó y quiso estar. Fue cinco veces si mal no recuerdo con Argentina, también algún día con el primer equipo pero claro si no juegas en el alto nivel te dejan a un lado, hasta que juegues y demuestres".

Deportista precoz.-

Siendo un profesional del deporte, Ernesto afirma que siempre ha procurado que sus hijos se iniciaran pronto en el deporte para su desarrollo.

"Adri desde pequeño ha mamado el deporte, desde que nació. No caminaba y ya nadaba. Siempre he intentado que hicieran deporte, tenía una envergadura fuera de lo normal, llegué a pensar que mediría 2'10m, menos mal que se paró porque de pequeño era algo exagerado. Sobre el desarrollo como soy entrenador de un deporte de altura sé cómo funciona, tienes que hacer mucha coordinación para que lo que elijas te salga bien. Los dos hijos eran talentosos para el deporte y yo un poquito les ayudé y potencié. Pero tienes que ponerte en esa línea delgada en la que esa presión no les quite la infancia. Les aprietas pero tienes que ver la otra parte y que disfruten de la vida".

Sobre la delgada línea entre ayudar y molestar o interferir en los hijos cuando se conoce tan bien el mundo del deporte, Ernesto admite que "no tenemos una bola mágica, muchas veces nos equivocamos. He intentado estar al margen muchas veces. A mis deportistas (jugadoras de voleibol del centro de tecnificación) les digo que prohibido que les hablen en casa de voleibol porque ya saben más que sus padres. A mí me pasa lo mismo, no les puedo decir nada porque ya saben más que yo, mis hijos me dirían, tú ya habla como aficionado".