La extraña nueva rivalidad RCD Mallorca-Real Madrid

Análisis de Jordi Jiménez de la victoria bermellona en un partido muy cargado

La extraña nueva rivalidad RCD Mallorca-Real Madrid

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

6 min lectura

El RCD Mallorca no ha jugado un partido diferente ante el Real Madrid, sí ha sido más sometido porque estaba ante un equipazo que, aunque mermado, tiene tanto peligro en juego posicional como al espacio (incluso más). El Real Madrid creó problemas al Mallorca en alguna acción aislada en la que pudo correr y que fue consecuencia de algún mal ataque bermellón, que tras pérdida tuvo que correr hacia atrás. Pero poco más.

Ese era el partido que no quería Aguirre, ida y vuelta, así que el partido se jugó cómo quería el técnico del RCD Mallorca. Prefería impedir correr a Marco, Rodrygo, Valverde y por supuesto Vinicius. El partido bermellón fue perfecto desde el punto de vista defensivo, con una gran cantidad de duelos ganadores, especialmente llamativo en el duelo Maffeo-Vinicius, en el que el lateral mallorquinista resultó ganador con coberturas siempre cercanas de Giovanni González, ayer central por la baja de última hora de Valjent. Prefirió un lateral a un central y el uruguayo lo hizo magníficamente. Además con la cercanía de Dani. No quería Aguirre el uno contra uno continuo que genera Vinicius ante su par. Impecable fue el trabajo defenisivo de todo el Mallorca, ganador también en el juego aéreo.

Ocurre sin embargo que el partido tenía mucho ruido, un ambiente como los de antes, la siempre fría grada mallorquinista fue una olla hirviendo contra Vinicius y Carvajal, a quien se identifica con la frase "le voy a decir dos cositas al Raíllo ese". No hacía falta ninguna leña más al fuego porque el partido ya venía caliente de la pasada temporada y el recuerdo reciente de la primera vuelta en el Bernabéu, un partido que echó sal en las heridas, por los encontronazos de Vinicius con Maffeo, Raíllo y Aguirre. Era imposible que asistiéramos a un partido normal, pero esto ha formado siempre parte del fútbol aunque ahora parezca que no, y la clave estaba en quién gestionaba mejor ese exceso de adrenalina y esa rabia.

Se sabe que la rabia es un gran motor, desatada es muy mala, pero que bien canalizada es combustible para alcanzar metas. Desde ese punto de vista podríamos decir que el Mallorca resultó ganador, porque aunque se pudiera temer que alguno de los jugadores del Mallorca pudiera irse del partido, especialmente el marcador de Vini, Pablo Maffeo, nada de eso ocurrió.

Nadie hablará del partidazo defensivo del Mallorca y del partido de Pablo Maffeo, espectacular. Sus gestos innecesarios taparán que se llevó casi todos los duelos con Vinicius, que hizo un trabajo espectacular. Fue el jugador con más duelos ganados, 12, según la estadística de "footaninment", fue el que ganó más posesiones, seis, dos interceptaciones, y sólo cuatro faltas, menos que Vinicius.

Sobraron gestos y faltó fútbol. Hubo mucho duelo y poco juego. Sobraron gestitos y palabras de unos y otros, de nuevo todo alrededor de Vinicius, Maffeo y Raíllo. Y no fue con ninguno más porque hubo otros jugadores del Mallorca que prefieron ignorar al brasileño, como Dani, Galarreta, en algún momento Jaume Costa le dijo que se calmara, pero fueron Maffeo con su gesto de lloriqueo y Raíllo devolviéndole lo del escudo (Vini al irse al descanso lo hizo dirigiéndose a la grada) los que tuvieron los gestos más llamativos, no creo que haya a quien le guste el fútbol que apruebe gestos así.

Y por desgracia Vini recibía otro insulto que no cabe en el fútbol ni en la sociedad. Convengamos también que no es menos grave llamar "hijo de tal" que "mono" a una persona, porque parece que sólo está mal cuando se oye algo racista o sexista, como si los otros insultos estuvieran asumidos. Tan mal está una cosa como la otra. Dazn ha captado el grito de uno, entre 18.258 personas, y ese uno hace mucho daño.

El ambiente nos retrotrajo a otros tiempos, casi diríamos a los tiempos del Luis Sitjar, con una grada volcada con su equipo, una grada encendida. La afición del Mallorca siempre ha sido tranquila pero se pinta los colores de guerra cuando se siente maltratada. Y continúa siendo así generación tras generación. Un ambiente eléctrico en el que saltaban chispas en cada jugada.

Desde ese punto de vista fue un partido diferente, no desde el punto de vista táctico, porque fue un partido de manual del Mallorca de Javier Aguirre. Le salió el plan prácticamente perfecto. Al Mallorca nunca le importa no tener el balón, aunque no es torpe cuando lo tiene, (con margen de mejora); jugadores como Galarreta, Baba, Dani, Lee,Grenier, Muriqi, Costa o Maffeo son capaces de atacar con criterio.

Fue tan solo en los últimos momentos de partido, con la acumulación de jugadores en el área, metiendo a Rudiger arriba y con el tesón que siempre tiene el Real Madrid, cuando se temió en Son Moix por el marcador. Pero ni en la batalla física ni en la aérea era dominador ayer el Real Madrid, superado en el juego aéreo por el Mallorca. No deja de ser llamativo que el gol fuera en propia puerta de Nacho, porque ¿quién puede defender a Muriqi por arriba?. Es muy difícil, el delantero no es quien remata sino su marcador, una jugada afortunada para el Mallorca, pero también eso es capaz de generar Muriqi que se marcó un partido descomunal, dando salida siempre a su equipo pero siendo el defensor más eficaz también en cada balón parado. Muriqi es capaz de convertir en fruta madura cualquier objeto que se le lance. tiene un valor incalculable para este Mallorca y su plan. No importa que finalmente el gol no fuera suyo, él mismo se lo adjudicó a Nacho en seguida, su partido fue monumental.

Se habla de las 29 faltas, de las 10 que recibió Vinicius, de los gestitos de Maffeo y Raíllo. Pero en todo eso, tan visual, se pierde de vista que el Real Madrid futbolísticamente no fue capaz de superar al Mallorca, que su problema fue de fútbol. Hablando de dureza: ¿Cuántas de esas faltas fueron entradas o acciones peligrosas de jugadores del Mallorca? La patada más clara fue de Modric al evitar una contra sobre Jaume Costa, y así se disculpó el croata. Hablando de fútbol: ¿cuántas ocasiones de gol generó el Real Madrid? Se repite hasta la saciedad que el Mallorca ganó casi sin tirar a puerta. Pero cuántas veces tiró a puerta el Real Madrid. A Rajkovic excepto el penalti no se le recuerda.

Es curiosa la nueva rivalidad que ha nacido entre Mallorca y Real Madrid desde la vuelta del Mallorca a Primera y alrededor de la figura de Vinicius. No deja de sorprender en la isla que un equipo tan inferior deportiva y económicamente preocupe tanto. Se suele dar en las rivalidades de los grandes pero no entre un grande y un pequeño, que acaba de volver de las catacumbas como aquel que dice. Es un buen síntoma para el Mallorca esa gran consideración que recibe aunque sea para ser insultado. Se suele decir que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio, pues no es el caso con este Mallorca. Eso significa que alguna personalidad tendrá, guste más o guste menos. Ya es un elogio para los bermellones incluso que les digan que se vayan a Segunda.

Alguna cosa haría bien el Mallorca, que no regaló nada a un rival menos fresco. Tiene razón en eso Ancelotti, muy poco descanso para su equipo tras haber jugado ante el Valencia el jueves. A pesar de algunos cambios en el once, se veía qué equipo tenía energía, y en este caso supo canalizarla mejor el Mallorca.

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