El Palma Futsal prolonga su increíble reinado en Europa con la segunda Liga de Campeones
Vence en la final 1-5 al todopoderoso FC Barcelona tras apear al Benfica por penaltis en semifinales. Chaguinha MVP.
Mallorca - Publicado el - Actualizado
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Sentado con el balón de la final, Antonio Vadillo parecía estar esperando el autobús ajeno a todo lo que estaba sucediendo todavía en el parqué del Demirchyan Arena (Erevan, Armenia). Vadillo estaba tratando de poner en orden sus emociones, desbordadas un momento antes al finalizar el partido tras saludar deportivamente con afecto a los integrantes del FC Barcelona.
Se nota cuando en frente tienes a otro equipo de tu país, hay otra complicidad, son muchos enfrentamientos, se conocen todos de tantas batallas en la pista, cualquiera es capaz de ponerse en el pellejo del otro que acaba de perder. Por ello, los jugadores del Palma Futsal y su entrenador, antes de cualquier fiesta desbordada, saludaron con afecto casi como consuelo a sus rivales derrotados.
Y después ahí sentado, Vadillo tratando de calmarse. Cuántas cosas se le pasarían por la cabeza, cuántas vivencias, cuántas personas de las que se estaría acordando. De su familia lo primero, a quienes dedicó el título, pero también del presi, cómo estaría sonriendo Miquel Jaume, quien no ha podido disfrutar ningún gran éxito de su hijo adoptivo, este club llamado Palma Futsal nacido hace 26 años como AD Manacor, pero cuánto legado dejó. Jaume dejó una manera de trabajar, de enfocarse en el deporte, una exigencia, un autoconvencimiento que su partida ha reforzado a fuego en el carácter de su cerebro, José Tirado, y de su entrenador, Antonio Vadillo.
Y tuvo que ser ante el Barcelona. Habían sido ellos los derrotados en tantas ocasiones, quizá muchos de esos jugadores que hoy integran el Palma Futsal no haya ese historial de duelos perdidos, más de la mitad de la plantilla era nueva, pero el capitán Barrón y su entrenador Vadillo sí los recuerdan. De la misma manera que la primera tanda de penaltis que ganaba el Palma Futsal era el día más importante, hace un año en Palma para la primera Liga de Campeones, de la misma manera que el primer título de la historia del club no era uno "normal", Copa o Copa del Rey por ejemplo, sino el más bestia, la Copa de Europa, igualmente una de las más importantes victorias al mejor equipo de España, el FC Barcelona, fue a lo bruto, en una final de Liga de Campeones y con un resultado contundente, 1-5 (Rómulo, Vilian, Neguinho,Chaguinha, Neghinho).
Un resultado cierto es, que sólo se explica al final por la necesidad del Barça de ir con todo a remontar con portero-jugador. Pero no dio nunca la sensación el equipo azulgrana de ser mejor que el Palma, y esta es la mayor virtud una vez más de los verde pistacho, el equipo superviviente, el equipo que ha sobrevivido a la pérdida de su fundador y alma mater, Miquel Jaume, el equipo de los milagros, como el propio club se autodenomina en el documental de la primera Champions. Un equipo que ha hecho de la fe de su cerebro José Tirado y su entrenador, Antonio Vadillo, su forma de vida.
Como dice José Tirado, para que un equipo como el Palma Futsal gane la Copa de Europa tienen que darse tantas cosas, necesitan tanta ayuda divina... Algo debía intuír su director general que tras hacer lo imposible, ganar la primera, imploraron ayuda externa para la segunda. Acudieron al obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, para que intercediera y poder visitar al Papa Francisco. "Le agradezco al obispo que sé que toda la tarde ha estado pidiendo. Para ganar se tienen que dar un montón de cosas, hasta el Papa estaría pendiente. Ganar dos Champions seguidas es único en el mundo para un equipo como nosotros", decía en IB3 tras el partido.
Gritar bicampeones es algo tan inusual que hasta los jugadores tuvieron que improvisar un cántico en medio de la algarabía sin dejar de saltar en la pista. ¿Y qué explicación tiene? lógica ninguna. Cómo explicar que un equipo que es en teoría la perita en dulce en una final a 4 ante transanlánticos que le doblan en presupuesto como el Barcelona, el Benfica, el Sporting de Portugal, pueda llevarse el trofeo. Si alguien podía pensar que el Palma ganó de manera accidental hace un año aprovechando la ausencia del Barcelona por sorpresa en esa final four, puede ir cambiando de argumento.
Esta vez no faltaban los grandes y tuvo que superar a Benfica y Barça. Ante Benfica fue desde el punto de penalti, pero es cierto que en ningún momento pareció inferior a su rival y de hecho cuando peor lo tenía se levantó. Iba perdiendo 3-1 y dos minutos en inferioridad. Pero curiosamente en ese momento agónico dio la vuelta al partido. Se vinieron arriba, tal cual. Eso sólo se explica con una fe inquebrantable y una capacidad de superación que ha conseguido un año más darle el técnico Vadillo a un equipo nuevo.
Porque de quienes habían levantado el trofeo hace un año en el Velódromo Illes Balears sólo estaban Muller y Barrón, Rivillos, autor del penalti decisivo hace un año, Chaguinha, MVP de en Armenia, Gordillo que no jugó hace un año y ha sido decisivo en esta edición, Moslem que ha tenido presencia testimonial. Hay que recordar que el Palma ha afrontado la competición sin su mejor jugador, el iraní Tayebi lesionado. El Palma de hace un año era un equipazo, cas todos volaron ante ofertas mejores. Este año se han reinventado y ya se da por hecho que volverán a perder muchas piezas, como el increíble Chaguinha, y tendrán que volver a reinventarse.
Tienen la admiración de toda Mallorca pero también de todo el fútbol sala español y de deportistas baleares ilustres como Rudy Fernández, quien alucinaba.
El equipo aterriza este lunes en Palma y será homenajeado en el Govern Balear en un acto en el que se convoca a los aficionados para celebrar el título.
Lo han vuelto a hacer, segunda Liga de Campeones consecutiva algo que sólo habían hecho Playas de Castellón e Inter. Lo hicieron porque no sabían que era imposible.