La proeza deportiva que hizo posible una silla nueva para la joven Anahí
El Dr. Sergi López, especialista en pruebas de alta resistencia, completó dos Ironman en 48 horas para recaudar fondos para esta joven con parálisis cerebral, hija de la deportista Shella Badaseraye, que ya cuenta con la silla nueva

Anahí ya tiene su silla nueva
Mallorca - Publicado el - Actualizado
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Ha costado pero pueden decir con orgullo misión cumplida. La joven Anahí, que sufre parálisis cerebral y tiene dependencia total, la deportista Shella Badaseraye, ya cuenta con una silla nueva que facilita algo más su vida.
Era una necesidad y nada mejor que el deporte para ayudar, más aún a una deportista, una madre coraje que además de ser campeona como levantadora de halterofilia, es una campeona de la vida. A su hija le daban muy poco tiempo de vida y con su tesón y su cuidado, Shella Badaseraye está demostrando que la fuerza de la vida y la voluntad son más importantes que el diagnóstico médico. El amor a la vida todo lo puede.
Precisamente un médico es el que más voluntad ha puesto con su gran pasión, el deporte, para ayudar a Shella. Sergi López, médico de Porto Cristo, especialista en pruebas de alta resistencia, afrontó dos Ironman en 48 horas el pasado mes de Noviembre con el objetivo de recaudar fondos para poder comprarle una silla nueva a su hija Anahí.
El médico decía en COPE tras su reto cumplido que "no tenía dudas, cuando lo afrontas no las tienes, si me lo preguntas hace un tiempo quizá sí. Una vez conocía la historia de Shella y Anahí no tuve duda de que lo iba a hacer y que iba a tener su nueva silla, aún nos falta algo para llegar a la cantidad pero tendrá su silla" decía en Noviembre.
Y la silla ya está. La joven cuenta con esta necesidad básica cubierta para facilitarle algo más la vida a su madre Shella Badaseraye, la campeona del mundo master de halterofilia y Premi Popular de Cope Mallorca.
Cómo fue el reto.-
El Dr. Sergi López explicaba cómo vivió su reto: "el primer día lo llevé bastante bien, cuando tocaba correr aparecieron Shella y Anahí y fue muy emotivo. Empujó una silla de 60 kilos con el cuerpo de la niña de 33kgs durante 11 kilómetros y con cuestas, que yo lo intenté y no podía. Dice mucho de ella. Intenté 200 metros y no podía. En una mano llevaba la silla, en otra un perro, luego le ponía música que le gustaba a su hija, nos llevamos una lección de vida y recibieron el cariño que necesitaban. El segundo día se me hizo más largo, las rectas de 100 metros me parecían de 2 kms, luego acompañado de gente que me quieren y que les quieren, pues lo hicimos, acabamos a las 6:15 de la mañana del lunes. Estoy muy agradecido a la gente que vino y que dejó de hacer otras cosas por ayudar y hacer un mundo mejor. Las buenas personas que voy conociendo con estas cosas formamos una comunidad de buenas personas que ayudan a otras buenas personas".