Desokupan un piso en el Centro de Palma: "Era como ir al médico..."
El inquilino utilizaba la vivienda como alquiler turístico y prostíbulo al mismo tiempo, según los vecinos del edificio. Todo antes de que fuera okupado.

Alfredo Martínez, abogado de la víctima.
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Continúa la pesadilla de las okupaciones, cuando creíamos que nada podía superar la triple okupación del piso de Eva. Te contamos la historia de Juan, que no ha querido revelar su verdadero nombre, y que durante el último año ha tenido el piso okupado.
Pero es que eso no es lo peor, porque la okupación del piso solo es la guinda de dos años que rozan lo surrealista. Todo empezó con una multa de 40.000 euros del Consell. Te lo relata el abogado de la víctima, Alfredo Martínez:
"El cliente tuvo conocimiento que la casa estaba alquilada como alquiler turístico porque le llevo una notificación del Consell con una sanción. Se puso en contacto con el inquilino y lo desmintió, y durante este tiempo hubo una redada de la Policía Nacional porque había un prostíbulo, es que tenían de todo. Entonces decidimos interponer la correspondiente demanda por incumplimiento contractual y actividades insalubres, y a consecuencia de que recibieron la denuncia dejaron de pagar y empezaron a introducir más gente. No solo era un prostíbulo sino que ahora también era una casa okupa".

Cartel okupación
Según les contaron los vecinos es que las dos actividades durante un tiempo fueron simultáneas:
"No alquilaba la casa al completo, la alquilaba por habitaciones. Lo que nos comentan los vecinos es que ya había prostíbulo, esto es lo que dicen ellos porque ya era una actividad molesta. De hecho en este periodo hubo una junta de propietarios en la que se pone en conocimiento que hay un prostíbulo y se acuerda poner cámaras de seguridad".
Pusieron cámaras porque esto es lo que tenían que aguantar los vecinos de forma diaria:
"Había menores, entraba gente ebria, desparecían cosas y se rompían cosas. Lo peor era de madrugada cuando llegaban los clientes, se confundían de piso y molestaban a los vecinos hasta que daban con el piso que les correspondía".
La policía no había visto nada igual
Pero es que cuando finalmente consiguieron entrar al piso, a parte de encontrárselo totalmente destrozado, vieron algo que ni la misma policía había visto en su vida.
"Una de las cosas que nos sorprendió a todos es que una vez que se accedió a la vivienda nos encontramos un mando a distancia, que suponemos que iba ligado a una pantalla, con nombres para decir qué habitación estaba ocupada, con control de edad, habitación y quién usaba cada una de ellas. Era espectacular, nos quedamos todos sorprendidos, incluida la policía nacional, era un control de profesionalidad, como el que va al médico".