El día de la Candelaria nos deja este fenómeno visual en el interior de la Catedral de Mallorca
Este fénomeno lumínico se produce dos veces en la Catedral de Mallorca; el 11 de 11 y el 2 del 2
Mallorca - Publicado el - Actualizado
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Coincidiendo con la festividad de la Candelaria se ha producido como es habitual el excepcional efecto lumínico, conocido popularmente como la Fiesta de la Luz. La climatología ha acompañado ya que hoy en Palma luce un sol espléndido.
Este juego de luces atrae cada año a cientos de personas interesadas, que acuden para presenciar este singular espectáculo. Pero, a causa de crisis sanitaria y las restricciones impuestas, este evento se ha ofrecido, como el pasado mes de noviembre, a puerta cerrada y por streaming en la página web y redes sociales de la Catedral.
Los primeros rayos de la mañana que iluminan la fachada principal, desencadenan una explosión de color que procede de las 1.116 piezas de cristal que componen el vitral mayor, también conocido como Oculus Maior o Ojo del Gótico, construido en 1370.
El 11 de noviembre (Día de San Martín) y el 2 de febrero ( Día de la Candelaria) el rosetón mayor de la Catedral de Mallorca se convierte en protagonista y es que con sus más de 11 metros de diámetro, es el rosetón gótico más grande del mundo. Esas dos jornadas la luz atraviesa el rosetón creando una atmósfera mágica en el templo.
Entre las 8.30 y las 9.00 de la mañana de estos dos días la luz del sol naciente al atravesar el rosetón más grande se proyecta en la pared de enfrente formando un doble rosetón.
Este fenómeno se conocía antes como el ' espectáculo del ocho' ahora Fiesta de la Luz, se produce al proyectarse el reflejo de la luz que entra por el rosetón en la pared opuesta de la fachada formando un ocho perfecto. El reflejo del rosetón va recorriendo lentamente la pared de la nave central como buscando su sitio debajo del rosetón de la fachada.
Los rosetones no fueron construidos expresamente para propiciar este fenómeno, lo que todavía causa mayor interés entre el público. La orientación del templo, en cambio, sí que es intencionada. El campanario se dirige hacia la Meca, puesto que allí se encontraba anteriormente el minarete de una mezquita.
Parece magia pero la explicación es científica
Según han explicado matemáticos de la isla, el templo tiene una orientación especial, de 120 grados al sureste, hacia la salida del sol en el solsticio de invierno, lo que permite que los rayos atraviesen el rosetón mayor y coincidan exactamente con el rosetón menor. La luz al salir por el horizonte atraviesa simultáneamente los dos rosetones de la catedral –el de la fachada oriental y occidental–, iluminando los vitrales y mostrando al exterior un magnífico juego de colores.
Este efecto se puede ver no sólo el día exacto del solsticio, sino en fechas anteriores y posteriores.