Insólito en Palma: conductor dormido en el semáforo y se niega a someterse a las pruebas de alcohol
A pesar de los intentos por explicarle la obligación legal y las consecuencias de no hacerla, el conductor mantuvo su negativa

Un joven sopla en el control de alcoholemia
Mallorca - Publicado el
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La Policía Local de Palma ha denunciado a un conductor de 45 años y origen boliviano por, presuntamente, quedarse dormido al volante en un semáforo de la ciudad y negarse a someterse a las pruebas de alcoholemia.
Los hechos ocurrieron el pasado lunes alrededor de las 01.30 horas, cuando dos taxistas llamaron a la policía para indicar que en esta vía había un conductor que parecía estar bajo influencia de bebidas alcohólicas.

Un agente de la Guardia Civil durante un control de alcoholemia
TOTALMENTE DORMIDO
El cuerpo policial ha explicado que al llegar la patrulla, se encontraron a este varón dormido en el asiento del conductor con el motor en marcha. Al entrevistarse con él, negó estar conduciendo el vehículo al afirmar que un amigo suyo era quien lo hacía y aportó diferentes nombres en varias ocasiones.
Los agentes percibieron un fuerte olor a alcohol y le preguntaron si había ingerido bebidas alcohólicas, a lo que el conductor confirmó que había bebido unas copas y reiteró que no conducía. Los agentes le informaron que se procedería a realizarle la prueba de detección alcohólica, a lo que se negó rotundamente, al alegar que no conducía el vehículo y que no tenía por qué realizarla.
SE NIEGA A REALIZAR LA PRUEBA
A pesar de los intentos por explicarle la obligación legal y las consecuencias de no hacerla, el conductor mantuvo su negativa. Los agentes le comunicaron su condición de investigado no detenido por un presunto delito contra la seguridad vial por negarse a someterse a las pruebas para detectar alcohol.
También se le informó de la obligación de comparecer ante la autoridad judicial en un juicio rápido. Esta conducta puede acarrear penas de hasta seis meses de prisión, de hasta un año de multa o de hasta 90 días de trabajos en beneficios de la comunidad y, en todo caso, hasta cuatro años de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores. El turismo fue trasladado al depósito municipal de vehículos.