Una mujer de Menorca niega adoctrinamiento yihadista y acusa a la Fiscalía de "exagerar" las pruebas
La acusada de vínculos con Daesh asegura que solo "bromeaba"
Mallorca - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Coria M.S., residente de Ciutadella (Menorca), ha declarado este lunes ante el tribunal que las acusaciones de adoctrinamiento yihadista presentadas por la Fiscalía son una "exageración". La mujer, a quien el Ministerio Público atribuye la posesión de documentos destinados a incitar la incorporación a una organización terrorista y la presunta promoción de acciones suicidas, asegura que se han malinterpretado sus palabras y sacado de contexto.
"Hay frases sacadas de contexto y palabras malinterpretadas. Algunas cosas las dije en broma a mi mejor amigo", señaló la acusada, quien se negó a responder a las preguntas de la Fiscalía.
Acusación de radicalización
El escrito del Ministerio Público sostiene que la acusada habría sufrido una "progresiva radicalización" desde 2015, influenciada por su hermano, quien fue combatiente del Estado Islámico del Gran Sáhara (Daesh) y murió en el ejercicio de sus actividades terroristas. Según la Fiscalía, Coria participó en un grupo de Telegram que funcionaba como repositorio de material propagandístico de Daesh y difundió esta ideología con el objetivo de captar a más personas.
En el marco de esta actividad, habría mostrado interés por chalecos y cinturones explosivos, drones y armas, y llegó a preguntar a una persona si quería "inmolarse" con ella, aludiendo a las recompensas del paraíso según los postulados yihadistas.
Defensa y justificación
Durante su declaración, Coria rechazó estas acusaciones, asegurando que sus búsquedas de drones estaban relacionadas con investigar víctimas de ataques en "territorios liberados" y no con intenciones bélicas. "Es absurdo pensar otra cosa", afirmó.
Por su parte, su defensa ha solicitado la absolución argumentando que su clienta no tenía intenciones claras de cometer un ataque y que, en realidad, "estaba más bien aburrida".
Pena solicitada
La Fiscalía solicita para la acusada una pena de tres años y seis meses de prisión, sustituible por la expulsión del territorio español. El tribunal también escuchó la declaración de una agente que investigó su caso, quien destacó que la mujer mostró admiración por su hermano, al que consideraba un "mártir", y expresó su odio hacia Occidente y su deseo de instaurar un califato.
El juicio sigue en curso, y el tribunal deberá decidir si la acusada representa un peligro real o si, como sostiene su defensa, sus palabras y acciones han sido malinterpretadas.