El obispo de Mallorca ante el inicio del Adviento: "Es un tiempo para la esperanza"
Monseñor Sebastià Taltavull llama a vivir el Adviento con oración y solidaridad
Mallorca - Publicado el - Actualizado
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El Adviento es un tiempo de espera hasta la Navidad. Para los cristianos, la espera en la que nos sitúa el Adviento es también una preparación del corazón para vivir la Navidad, el nacimiento del Niño Jesús. Esta puesta a punto espiritual se divide en cuatro domingos, que empezaron ayer.
El obispo de Mallorca, Monseñor Sebastià Taltavull en su mensaje dominical, destaca este momento importante en el calendario litúrgico cristiano. Esta energía, dice el obispo, es fuente de esperanza sobre todo después del Sínodo que "ha intentado con la aportación de todos aceptar el aire fresco que nos viene del Evangelio y comunicarlo". Por eso el Papa dice que ese mensaje de esperanza no podemos guardarlo para nosotros.
"Lo que hemos vivido es un regalo que no podemos guardar el impulso de esta experiencia nos da la valentía de testimoniar que es posible caminar juntos en la diversidad sin condenarnos los unos a los otros y que juntos con la esperanza y unidos podemos no solo soñar con la paz sino comprometernos para que la paz se realice por medio de la escucha, el diálogo y procesos de conciliación", recoge el obispo en su mensaje.
Ahora, recuerda el obispo, "la iglesia necesita que las palabras compartidas durante el Sínodo vayan acompañadas por los hechos".
más oración
El Adviento, recuerda monseñor Sebastià Taltavull, es un tiempo para la esperanza y de dedicarnos más a la oración. También es tiempo de vigilancia y señala como el Evangelio habla de angustias, miedos y problemas como los que padecemos cada día y nos ayuda a percibir la respuesta de Dios.
Es un momento de encuentro personal con Jesús. "Él es la respuesta a nuestros interrogantes de cómo reparar tantas situaciones humanas ancladas en una crisis perenne y con pocas perspectivas de solución, porque para muchos la vida se enmarca aún en un contexto personal de pobreza y con pocas salidas, con inseguridad ciudadana y con violencia. En este tiempo de Adviento y Navidad acercarnos a la familia de Jesús nos revela la sintonía de Dios con los más pobres", remarca el obispo.
El obispo de Mallorca insiste en que el amor con la humanidad nos compromete a todos con la solidaridad y es un signo claro de la propuesta de esperanza ante las situaciones actuales que vivimos "es una invitación a no caer en el temor ni la desesperación. Es el anuncio de la liberación. La palabra de Dios es viva y es eficaz, por eso debemos crearla y la apliquemos como respuesta a las situaciones personales y colectivas que necesitan abrir el corazón a la esperanza."