BODAS DE PLATA EN LA ESCOLA EQÜESTRE MENORQUINA

La Escola Eqüestre Menorquina ha sido un pilar en la enseñanza y difusión de la equitación en la isla

Escola Eqüestre Menorquina

Escola Eqüestre Menorquina

Miguel Ángel Pons

Menorca - Publicado el

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La Escola Eqüestre Menorquina celebró su 25 aniversario en el lloc de Bini Sebani, un evento que reunió a amantes de la equitación y la cultura menorquina. La velada, que prometía ser memorable, fue inaugurada por el Grup Arrels de Sant Joan, que deleitó al público con fandangos, jotas y boleros, resaltando la riqueza de las tradiciones locales.

A lo largo de la noche, la escuela ofreció un conjunto de espectáculos compuesto por diez números que abarcaron todas las edades, desde los más jóvenes hasta los jinetes más veteranos, mostrando el compromiso y el talento que caracteriza a esta institución.

Al micrófono, Miquel Fullana fue el encargado, un año más, de presentar y narrar los diferentes números y actuaciones.

La emoción de la equitación se complementó con una divertida actuación de zumba dirigida por la instructora ciutadellenca Mery Bosch, animando a los asistentes al ritmo de la música.

Además, en el evento se realizaron diferentes sorteos de productos típicos de Menorca.

Igual de espectacular fue la recreación protagonizada por Mn. Joan Tutzó y Mn. Joan Camps, párrocos de Sant Antoni Abat (Mahón) y Sant Rafel (Ciutadella) respectivamente, ofreciendo una imagen poco habitual: ver a dos curas vistiendo sotana montados a caballo y, todo ello, contando con la participación de una de las voces más representativas de Menorca: Joana Pons.

Participaron también en la velada la ganadería Son Martorellet de Ferreries y Ses Quadres Can Siquiat de Alaior, quienes ofrecieron más espectáculo, si cabe, apoyando con sus actuaciones una noche tan memorable y subrayando la importancia de la colaboración entre los clubes, ganaderías y escuelas en la promoción de la cultura equina.

La Escola Eqüestre Menorquina ha sido un pilar en la enseñanza y difusión de la equitación en la isla, y este aniversario fue una ocasión especial para recordar su legado y mirar hacia el futuro. Los asistentes compartieron risas, emociones y, sobre todo, el amor por los caballos y la tradición menorquina.

El espectáculo concluyó con un sentido agradecimiento a todos los que han formado parte de esta historia a lo largo de los años, reafirmando el compromiso de la escuela de seguir educando y fomentando el amor por la equitación en Menorca. Pero ello no supuso el final de la celebración. Al acabar, se dio paso a la verbena amenizada por el grupo musical Àngels i Pau que pusieron la guinda final a una noche para recordar.