El Fondo Diocesano de Solidaridad ha ayudado ya a 210 familias en Menorca
Actualmente queda un remanente de 58.379,72 € para continuar haciendo frente a un 2021 tambien complicado
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Continuamos inmersos en esta compleja situación derivada de la pandemia de Covid-19, que nos insta a mirar la realidad actual. "La generosidad y la colaboración de todos son más necesarias que nunca", ha dicho Mons. Francisco Conesa.
En mayo de 2020 e impulsado por el obispo de Menorca, Mons. Francisco Conesa, nació el Fondo de Solidaridad post Covid-19, con una aportación por parte del Obispado de Menorca 100.000 € iniciales, y con el objetivo de dar respuesta a las situaciones de necesidad, en temas de vivienda y suministros, a las que se enfrentan personas y familias en la Isla por la falta de recursos económicos y laborales y, en muchos casos, por la imposibilidad de acceder a ayudas públicas.
Posteriormente con la colaboración de parroquias, entidades de la diócesis, empresas y particulares, hasta hoy se han sumado 68.927,88 € a través de 120 donantes, una cifra que no se da por cerrada y que continúa recibiendo aportaciones.
Después de un año en marcha ya ha proporcionado apoyos económicos por valor de 93.267,11 € (259 ayudas), 4.079,74 € (22) en ayudas de suministros y 89.187,37 € (237) en ayudas de alquiler, lo que deja un remanente de 58.379,72 € para continuar haciendo frente a un 2021 que aún no se recupera. La gestión de estas ayudas a través de Cáritas Diocesana, y ante la gran demanda recibida, ha sido apoyada por dos trabajadoras sociales durante seis meses, una en Maó y otra en Ciutadella, este refuerzo ha tenido un coste de 17.281,05 € .
Las 259 ayudas han llegado a 210 personas / familias, de los cuales el 65% son mujeres. Desde Cáritas se destaca que el 43% son familias con hijos (parejas o monoparentales), y un 26% son personas que viven solas. Del total de personas acompañadas, un 33% son de nacionalidad española, un 52% de origen de Latinoamérica / Caribe, el resto de otras nacionalidades.
Ha sido un año duro y complicado, la crisis sanitaria ha desencadenado una profunda crisis social y económica, el aumento del desempleo, la escasa temporada turística de 2020 ha llevado a muchas personas y familias a encontrarse al borde del abismo, con pocos o ningún ingreso o ayuda social, y con graves dificultades para hacer frente a los gastos, de un derecho tan básico, como la vivienda.
En estos primeros meses de 2021 la situación no ha mejorado aún, y desde nuestra Diócesis vemos como todavía muchas personas siguen en situación muy precaria, y es nuestra misión acompañar a los que más nos necesitan, por lo que seguimos con nuestra labor de acompañamiento y ayuda a nuestra comunidad.
Mons. Francisco Conesa nos deja este mensaje: "Lamentablemente son muchas las personas afectadas por la crisis económica que estamos sufriendo, por causa de la Covidien-19. Como sociedad debemos escuchar sus demandas y ayudarles a superar las dificultades. Debemos sabernos responsables de la fragilidad de los demás. Sigue siendo necesaria la ayuda de todos ".