Cinco razones por las que el ayuno es la mejor estrategia para adelgazar
Si quieres perder peso pero te preocupan tu calidad de vida y tu bienestar físico y emocional, sigue los consejos de los profesionales en estrategias de alimentación
Logroño - Publicado el - Actualizado
4 min lectura
Si bien es cierto que no comer parece una estrategia, a priori, interesante para perder peso, no es menos cierto que “pasar hambre”, no lo es. Por ello, los expertos de los retiros de MiAyuno.es explican los motivos de por qué un ayuno no es sinónimo de pasar hambre y por lo tanto se convierte en una estrategia nutricional para perder peso y ganar salud.
El ayuno prolongado. Un reset metabólico y hormonal
El ayuno continuo es un periodo de tiempo no inferior a 4/5 días en el que la persona decide voluntariamente no ingerir alimentos sólidos, ni bebidas muy calóricas. El organismo de la persona fisiológicamente se ve en la necesidad de adaptarse a la restricción calórica y para ello activa los mecanismos fisiológicos que permiten utilizar la grasa de reserva como fuente de energía. Esto sucede también durante un ayuno intermitente, aunque de un modo más lento y progresivo (varias semanas o meses).
Por ello, desde el retiro de MiAyuno promueven un ayuno prolongado de 7 días supervisado por médico y un equipo de profesionales ofreciendo a los clientes un verdadero reset metabólico y hormonal.
La grasa como fuente de energía para órganos vitales como el cerebro, el corazón y el riñón
Cuando el organismo empieza a utilizar la grasa como fuente de energía, y esto sucede invariablemente tras 48-72 horas de restricción calórica estricta (no más de 300-400 Kcal/día), y tras agotar en la primera fase metabólica del ayuno las reservas de glucógeno, en esas 48-72 horas empieza a obtener 9 Kcal por cada gramo de grasa utilizado. Además, se producen cuerpos cetónicos que también suponen una fuente de energía para órganos vitales como el cerebro, el corazón y el riñón sin descuidar otros beneficios que estos cuerpos cetónicos tienen para la salud especialmente en aquellas enfermedades y situaciones relacionadas con un exceso de Insulina circulante.
Son muchos los estudios que han tratado este tema y la relación entre el exceso de insulina y la obesidad, el síndrome metabólico, el síndrome de ovarios poliquísticos, la inflamación entre otras enfermedades. Y estos también determinan que, a partir del tercer día de ayuno, y si éste no se alarga más de una semana, la persona no tiene sensación de hambre y sus necesidades calóricas están cubiertas en parte por la degradación de su grasa de reserva lo que, sí o sí, se va a traducir en una pérdida de peso.
Este doble efecto del ayuno se traduce en la disminución de la ingesta calórica, 200-400 kcal/día, y la utilización de la grasa de reserva de un modo eficiente, 250 gr grasa al día X 9Kcal (=2250Kcal)
Una medida de salud extraordinaria. Ayuno, bienestar emocional y claridad mental
Además, debido a los cuerpos cetónicos que suponen un plus energético, esta energía va a ser principalmente utilizada por el cerebro lo que se traduce en bienestar emocional, de aquí los beneficios emocionales y la claridad mental que refieren los ayunantes a partir del tercer día de ayuno.
Y es que, el ayuno no es solo un plan nutricional para depurar y adelgazar, sino que se ha convertido en un fenómeno que permite adentrarse y trabajar los conflictos emocionales no resueltos de cada paciente que lo practica. No solo se limpia el cuerpo a través del ayuno. También se limpian las emociones. De hecho y según explica Jesús Domínguez, Director Técnico del retiro de MiAyuno.es, “el porcentaje de pacientes que repite o realizan ayuno recomendados por terceros ha aumentado de manera exponencial en los últimos 12 meses”.
Una buena gestión hormonal para mantener o recuperar el peso ideal
Destacar también que la disminución de los niveles de Insulina que sucede durante el ayuno, como ocurre en otras dietas como la cetogénica, la proteica, la dieta Atkins, la Paleodieta o en otras estrategias crono nutricionales como el ayuno intermitente produce una regulación hormonal muy interesante que condiciona una regulación de todos los demás ejes hormonales (para entenderlo hay que saber que la Insulina es la única hormona que hace bajar los niveles de glucosa en sangre mientras que el resto de hormonas los suben o los mantienen). Este hecho es fundamental ya que se sabe de la gran importancia que tiene una buena gestión hormonal del cuerpo para mantener o recuperar el peso ideal. Numerosos estudios relacionan la obesidad y el sobrepeso con alteraciones hormonales como por ejemplo los ritmos circadianos (sueño-vigilia), la actividad de la glándula tiroides o el ciclo menstrual en la mujer, entre otros.
La supervisión de un experto para evitar riesgos
La dieta milagro no existe, por lo que los expertos insisten en la necesidad de realizar el tratamiento bajo la supervisión de un experto en ayuno y con una buena dieta de base para evitar riesgos e interpretaciones erróneas.