La lluvia no impide a los logroñeses cumplir el Voto de San Bernabé en el Revellín

Los paraguas que a primera hora de la mañana protegieron a los logroñeses de la lluvia, se tornaron en sombrillas a mediodía para resguardarlos del sol en el Revellín

La lluvia no impide a los logroñeses cumplir el Voto de San Bernabé en el Revellín

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La lluvia deslució el inicio de los actos del día de San Bernabé en el entorno de las murallas del Revellín, donde el comienzo del tradicional reparto del pez, pan y vino coincidió con una tormenta que incluyó el agua como incómoda invitada a la conmemoración de la victoria histórica del pueblo logroñés ante el asedio francés de 1521.

No obstante, los paraguas se tornaron en sombrillas a partir del mediodía, cuando la cola de logroñeses dispuestos a cumplir el Voto del patrón daba la vuelta al céntrico e histórico escenario.

Una tradición con la que se recuerda los alimentos que sirvieron de sustento a los logroñeses de 1521 durante su resistencia al asedio de las tropas francesas. Para esta edición, aproximadamente, se repartieron más de 26.000 raciones. Previamente, los Cofrades llegaron puntuales -sobre las seis de la mañana- para ir preparando los alimentos. Un trabajo en cadena para que todo estuviera perfecto y los ciudadanos pudieran disfrutar de esta cita tradicional con la historia.

Más de 40 cofrades participaron en la cita, además de numerosos voluntarios que acudieron para ayudar en el reparto a los miles de logroñeses que llegaron hasta las murallas y cuyas colas, en esta ocasión de gente ataviada con chubasqueros y portando paraguas, ya comenzaron a ser importantes a partir de las diez horas.

El Cofrade Mayor de la Cofradía del Pez, Fernando Azofra, indicó que es una "jornada festiva, pero un poco complicada por la lluvia, pero son cosas que pueden suceder, y el reparto a pesar de ello no se para". De hecho, explicó que para las sartenes, que fríen a alta temperatura los alevines de trucha que se reparten, "se colocan unos toldos para evitar que el agua caiga sobre el aceite hirviendo y pueda comenzar a explotar".

A continuación, precisó que se reparten 925 kilos de alevines de trucha, de la empresa 'Riverfresh', 1.000 litros de vino que dona la familia Vivanco, rebanadas de pan sobado de La Rioja, que hacen que al final se entreguen más de 26.000 raciones. El aceite, unos mil litros, destacó que es riojano, concretamente de Aldeanueva de Ebro, así como 6.500 jarritos de vino, porque mucha gente los compra -al precio de un euro- como recuerdo.

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