Riojanos en el Mundial de Qatar 2022: "Sin bota de vino"
No ha sido fácil para los aficionados españoles llegar al Mundial de Qatar. Jorge Riaño de Cuzcurrita está siguiendo a la selección española y en esta ocasión "sin bota de Vino"
Logroño - Publicado el - Actualizado
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COPE Rioja ha hablado con Jorge Riaño, riojano de Cuzcurrita y habitual en los Mundiales. Está en Qatar siguiendo a la selección española y en esta ocasión, "sin bota de Vino":
No ha sido fácil para los aficionados españoles llegar al Mundial de Qatar. Se estima que el país ha gastado alrededor de 200 mil millones de dólares para organizar el evento. Sin embargo, esto no ha sido suficiente para evitar que la mayoría de aficionados se queden en casa. Y lo van a hacer, principalmente, porque no pueden permitirse -económicamente- viajar hasta Qatar. Tan solo en los vuelos, nos gastaríamos alrededor de 1.000 euros en total, contando con la ida y la vuelta.
Y a esto, hay que sumar la compra de al menos una entrada para uno de los partidos, la reserva de un alojamiento y la obtención de la tarjeta Hayya. Todo esto es necesario para que te dejen entrar en el país. Unos 1.000 euros más para el alojamiento -que no es fácil de encontrar-, y las comidas y cenas, que pueden llegar a rondar los 100 euros, hacen que ir al mundial se vuelva todo un viaje de lujo.
Y es que, hay que tener en cuenta que Qatar -aunque moderno- es un país conservador y que se rige por las leyes de la religión predominante allí: el Islam. El 65,6% de los ciudadanos, pertenecen a esta religión. Los aficionados no podrán celebrar en las calles, acercarse a hablar con mujeres qataríes en público, no podrán tener ningún tipo de gesto afectuoso con su pareja, ni fumar o beber alcohol en público. Esta es, sin duda una de las normas que más controversia ha generado: Nada de alcohol, ni siquiera en los alrededores del estadio, donde -en un principio- sí que iba a estar permitido.
Todo esto, se desarrolla en un contexto de crítica constante hacia el evento, precisamente porque son muchos los países que denuncian que allí se incumplen los derechos humanos.
La decisión de Qatar como sede del torneo fue tomada, además, con la sospecha del respaldo de una red de corrupción y sobornos, que culminó con el escándalo del FIFA Gate en 2015. El resultado fue la detención de numerosas personas de la industria futbolística y la suspensión de los presidentes de la FIFA (Joseph Blatter) y la UEFA (Michel Platini).