Cacho ve "relativamente buenos" los datos PISA y plantea cambios como otro reparto del alumnado inmigrante

La Rioja ha empeorado sus resultados en el Informe PISA 2018, perdiendo once puntos en competencia científica y siete puntos en competencia matemática. Uno de los peores registros alcanzados por los alumnos riojanos en este estudio. No se observa una diferencia significativa entre centros públicos y concertados, con unos resultados ligeramente mejores en los concertados. Pero el consejero de Educación del Gobierno de La Rioja, Luis Cacho, asegura que los resultados del informe refuerzan el objetivo de cambiar el modelo educativo. 

Cacho ve un desequilibrio entre extremos, entre los mejores alumnos y los resultados más bajos. Y, entre las causas, el consejero de Educación apunta a una distribución poco homogénera del alumnado inmigrante. Asegura que hay centros con nun porcentaje de alumnado inmigrante de entonrno a un 4% y otros en los que ese porcentaje asciende al 60%. 

Muestra satisfacción por el talento matemático de algumnos alumnos en La Rioja pero también muestra su preocupación por esta "brecha social". 

Así las cosas, La Rioja empeora los resultados, el informe advierte de una tendencia a la baja en el rendimiento de los alumnos riojanos. Unos datos que hoy ha valorado diciendo que "son relativamente buenos". 

“El cambio de modelo que proponemos se basa en unos resultados relativamente buenos aunque en leve descenso continuado en las últimas pruebas y en el evidente desequilibrio entre los extremos de la población; ese cambio debe tender hacia una mayor inclusión y cohesión social para lograr unos resultados más compactos y equilibrados”, ha explicado el consejero de Educación y Cultura, Luis Cacho. 

Luis Cacho fija el reto “no tanto en el rendimiento académico general, que es bueno, como en lograr la cohesión especialmente en los niveles inferiores de competencia y desarrollar el currículo de una forma nueva integrando competencias no cognitivas”. 

El Gobierno de La Rioja se plantea diferentes medidas, desde una mayor inversión en el sistema educativo hasta una orden de escolarización que permita "un reparto más justo y eficiente" del alumnado inmigrante, pasando por introducir nuevas competencias en el currículo.

Los datos están siendo ahora llevados a revisión y análisis en profundidad por parte de la Consejería de Educación y Cultura.