Algarabía y planes en las colas del hambre de Logroño tras el reparto de billetes de 100 euros de una anónima
Un día de fiesta, en el comedor social se hacían planes: Unos comprarían comida, otros ropa y hubo quien faltó en los días posteriores para dejar su plato a otro más necesitado
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Según relataba 'El Día de La Rioja' y como ya contamos en COPE Rioja, el pasado día 3 de marzo fue un día muy especial para los usuarios de Cocina Económica de Logroño. Mientras esperaban en la fila, para recoger su tupper o para entrar en el comedor, una mujer de unos cincuenta años se acercó a cada uno de ellos. Portaba sobres que contenían un texto de temática religiosa y un billete de 100 euros. Y, uno a uno, fue entregando su 'paquete' a cada persona que esperaba en esas filas del hambre.
Advertido por el jaleo de la calle, el director de Cocina Económica, Javier Porres, se acercó a esta mujer. Ella le confirmó que quería hacer entrega de este dinero a quien más lo necesitaba. Quería entregar el dinero directamente, a pesar de que se le advirtió que podría no ser lo más recomendable.
Javier Porres nos cuenta que fue un día de fiesta. Una patrulla de Policía Local, habitual en los aledaños de la Cocina Económica para coordinar el reparto, comprobó que no se producían incidentes. Con mucha "educación y sorpresa", los usuarios fueron recogiendo su sobre a la vez que un termómetro comprobaba su estado de salud para acceder al interior. En el comedor se hacían planes, unos comprarían comida con esos 100 euros, otros ropa y hubo quien faltó durante los días posteriores a su 'cita con Cocina Económica' porque entendía que su plato debiera ser para otra persona más necesitaba.
Además, los usuarios comentaban la nota religiosa que encontraron en el sobre:
Al parecer, la mujer se había acercado a Logroño para cerrar una venta. Formalizada la operación, y para cumplir con una promesa, se acercó a las colas del hambre de Cocina Económica para ayudar a quien más lo necesita.
Pudo ser así como se produjo este reparto de 'solidaridad' con parte del dinero obtenido en esa venta antes de regresar a su lugar de residencia, posiblemente, en el País Vasco.