¿Cuál es la diferencia entre un huracán, un tifón y un ciclón?
Tanto la duración de estos fenómenos meteorológicos adversos como la velocidad máxima de sus vientos han aumentado un 50% en el último medio siglo
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¿Es lo mismo un huracán que un tifón o un ciclón? Porque si son el mismo fenómeno meteorológico ¿por qué existen nombres diferentes? ¿Cuándo y dónde ocurren?
Denominación según el lugar
Huracanes, ciclones y tifones son el mismo fenómeno: un sistema tormentoso. Sin embargo, se denominan de manera diferente en función del lugar donde se produzcan.
Cuando una de estas tormentas se produce en el Atlántico Norte, en el Caribe y en el Pacífico nororiental, se denomina «huracán». Este nombre viene dado por el dios caribeño del mal, 'Hurrican'. Por otra parte, en el Pacífico noroccidental estas tormentas reciben el nombre de 'tifones'.
Ahora bien. Si tienen lugar en la región suroriental del océano Índico o en el Pacífico suroeste, se llaman 'ciclones tropicales graves'. En la zona Norte del océano Índico se denominan 'tormentas ciclónicas graves', mientras que en la zona suroccidental de este mismo océano son solo 'ciclones tropicales'.
Para entrar en la clasificación de huracán, tifón o ciclón, los vientos de una tormenta deben alcanzar velocidades de al menos 119 kilómetros por hora. Si los vientos de un huracán alcanzan 179 kilómetros por hora, se eleva a la categoría de 'huracán intenso'. Por su parte, si un tifón registra vientos de 241 kilómetros por hora, se convierte en un 'supertifón'.
Estaciones diferentes
La temporada de huracanes del Atlántico comienza el 1 de junio y se extiende hasta el 30 de noviembre, mientras que las estaciones de tifones y ciclones siguen patrones ligeramente diferentes.
En el Pacífico nororiental, la estación oficial comienza el 15 de mayo y finaliza el 30 de noviembre. En el Pacífico noroccidental, los tifones son más comunes entre finales de junio y hasta diciembre. Y por último, el océano Índico experimenta ciclones de abril a diciembre.
Sea cual sea su denominación, estas tormentas monstruosas son fenómenos naturales muy intensos con capacidad de causar graves estragos.
Según el Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos, el diámetro medio del ojo de un huracán —el centro del huracán, donde la presión es más baja y la temperatura es más alta— puede extenderse hasta 48 kilómetros, aunque se han registrado algunos ojos de 200 kilómetros de ancho.
Las tormentas más intensas, que se clasifican en la categoría 5 según la escala Saffir-Simpson, registran vientos sostenidos de más de 250 kilómetros por hora.
Con la ayuda de satélites y modelos por ordenador, estas tormentas pueden predecirse con varios días de antelación y son relativamente fáciles de seguir. Sin embargo, en ocasiones predecir la trayectoria de un huracán, un tifón o un ciclón puede ser complicado.
¿Efectos del calentamiento global?
En los últimos años, los científicos han debatido si el calentamiento global antropogénico está provocando que los huracanes sean más intensos o que se produzcan con mayor frecuencia.
En teoría, el aumento de las temperaturas en la atmósfera produce un calentamiento de la temperatura de la superficie del mar que a su vez contribuye a generar huracanes más fuertes.
El número de huracanes de categoría 4 y 5 en todo el mundo prácticamente se duplicó entre principios de la década de 1970 y principios del siglo XXI. Además, tanto la duración de los ciclones tropicales como la velocidad máxima de sus vientos han aumentado aproximadamente un 50 por ciento en los últimos 50 años.
Pese a todo, no existe consenso científico a la hora de vincular el cambio climático a los huracanes, debido a la falta de pruebas.