Una carnicería familiar fundada en 1956 en un pueblo de La Rioja lucha contra la despoblación

La despoblación rural tiene sus consecuencias, o quizá también una de las causas, en el cierre de comercios. Cierres por falta de clientela, por jubilación o por escasa rentabilidad.

En Anguciana están de enhorabuena. Unos 400 vecinos viven en este pueblo de La Rioja Alta. Hace algún tiempo cerró la tienda de ultramarinos y en septiembre, tras el verano, cerraba su carnicería.

Te contamos la historia de la carnicería Paca. Fue fundada por Paca en 1956. Después se pusieron al frente sus hijas. Pero Paqui, después de 67 años de servicio, decidió que era el momento de bajar la persiana. No era fácil tomar la decisión pero pensó que era lo mejor.

La idea era buscar a alguien a quien podérsela arrendar para que no se perdiese el servicio en el pueblo, pero después de meses sin conseguirlo, había que tomar una decisión definitiva.

No es fácil que nadie asuma ese riesgo, ese trabajo. Ninguna familia del pueblo ha dado ese paso y tampoco ha

Entonces apareció él, Sergio, el hijo de Paqui, que ha decidido coger las riendas porque no podía ver como el negocio de su familia cerraba para siempre.

Trabaja en el matadero pero lo compagina con la carnicería. Siempre, a su lado, para apoyarle en todo, Paqui, que nos cuenta que su hijo "está muy contento con la decisión".

"Los vecinos han recibido la noticia con mucha alegría porque, al final, somo la despensa del despiste", explica.

Es un servicio imprescindible en invierno pero los clientes solo los propios vecinos, hay que estar para ellos, la rentabilidad en esos meses es complicada. Vecinos mayores a los que ayudan con entregas a domicilio.

En verano hay más vida en el pueblo, una época de más trabajo y más rentable. Paqui nos cuenta que cada vez los visitantes pasan menos tiempo en verano en el pueblo.

¿Se sigue valorando las carnicerías de toda la vida? Paqui asegura en COPE que estos productos, esta materia prima de calidad, km0 y esta forma de trabajar se valora menos y que, si se tiene en cuenta, no hay tiempo porque la forma de comprar ha cambiado, es otra. "Las familias van con mucha prisa y cogen una bandeja de carne en el supermercado", es un problema.