Drones de última generación en la búsqueda de Javier, el joven desaparecido en Logroño

La Policía Nacional y la Guardia Civil están trabajando con todos los medios a su alcance para localizar a Javier Márquez, el joven de 20 años desaparecido en Logroño, por tierra, agua y aire. Desde el primer día, se activó al Servicio de Medios Aéreos para peinar toda la zona de búsqueda con cámaras térmicas y ópticas de alta definición, una misión clave para agilizar la búsqueda de pistas en zonas de difícil acceso.

Los drones que participan en la búsqueda de Javier Márquez, trabajan con diferentes ópticas, diferentes tamaños y diferentes pesos. Estos aparatos forman parte ya de cualquier investigación policial, no solo en la búsqueda de desaparecidos. La labor de los drones en el incendio de Valencia fue clave para el análisis de la situación y el control de los gases emitidos por el fuego.

El pilotaje de drones hace tiempo que dio el salto de lo profesional a lo recreativo aunque es necesaria una licencia de piloto de drones para poder manejarlos de manera legal. Rafa Ocón trabaja con ellos todos los días, es piloto de drones y CEO de Drone Gurú, explica que estas aeronaves no tripuladas son una señal de que el futuro ya está aquí y sus aplicaciones son infinitas porque “existen todo tipo de tamaños, de pesos, de cámaras y de sensores”. En el incendio de Valencia vimos a los drones que apoyaban en las labores de búsqueda y rescate e incluso “podrían haber llevado sensores para detectar gases”.

CLAVES PARA EL CONTROL DE INCENDIOS

Y es que sus aplicaciones son cada vez más y cada vez mejores, “pueden llevar una cámara como la que tiene un móvil o cámaras de alta definición y con ópticas térmicas que detecten calor”, herramientas clave en la localización de personas o en el mapeo de incendios a gran escala. Y no solo evolucionan las cámaras y utilidades del dron, también su manejo. El control siempre es remoto pero los clásicos mandos de conducción teledirigido están dando paso a gafas con visión en primera persona lo que que tengamos “la visión de la cámara principal del dron en nuestras gafas, eso nos da mucha precisión para cuando pasamos por pequeños huecos”, explica Ocón.

La conducción de estas aeronaves corre a cuenta de pilotos especializados, los servicios de emergencias tienen especialistas preparados para el manejo seguro de los drones pero su uso no es solo profesional, también recreativo. Ocón explica que “hay que tener una serie de formaciones que dependen del peso del dron y del escenario en el que lo vamos a volar, si habrá personas cerca o edificios... todo influye”. En base a cada una de estas casuísticas hay diferentes formaciones. Ocón explica que el sector a nivel recreativo está muy controlado y “muy criminalizado, hay que tener muy claro el peso, los seguros... Las sanciones se equiparan al Espacio a Aéreo y las sanciones son disparatadas”.

UNA TECNOLOGÍA EN CONSTANTE CRECIMIENTO

Esta tecnología es militar, o así empezó, y ahora avanza a mucha velocidad. Al poco de comprar un nuevo modelo “ya se te queda viejo”. La comercialización de los drones es relativamente reciente, su venta a niveles recreativos apenas supera la década, es por eso que la tecnología evoluciona cada día, Ocón asegura que “en 10 años ha aumentado enormemente y hay muchísimo desarrollo, en cuestión de meses surgen nuevos modelos de drones, nuevas tecnologías, nuevos usos, nuevas aplicaciones... es algo imparable”.

Por eso es una de las técnicas más buscadas por la Policía y la Guardia Civil para aplicarla en momentos de necesidad. Búsquedas, inspección de terrenos, o incluso control de manifestaciones o eventos desde el aire, “lanzar un dron con una cámara térmica; que puede lanzarse de noche mientras que los helicópteros y otros equipos de rescate no pueden, que puede arriesgarse mucho más porque si algo pasa lo único que se pierde es el coste de la aeronave, en incendios, en situaciones peligrosas... Los drones son muy ventajosos”.

Ocón cree que el futuro pasa por el uso de drones en otros aspectos de la vida, “al principio parecía que iba a ser un hobbie, pero nada más lejos de la realidad, es ya una nueva profesión en la que hay que formarse y en la que muchos miles de pilotos se están enfocando”. Al final los drones crecen tanto a nivel recreativo como profesional, lo vemos en investigaciones policiales, en actuaciones militares y “pronto los veremos surcando nuestros cielos, llevando personas o paquetería”. Un futuro que cada vez está más cerca y que a nivel tecnológico es ya una realidad.