El cultivo del espárrago sigue en claro retroceso en La Rioja
Hemos hablado con Rubén Enciso Mendizábal, que cultiva unas 6 hectáreas de espárrago en Rincón de Soto
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Ya ha comenzado la campaña de recogida del espárrago. Un cultivo que sigue en claro retroceso en la Comunidad de La Rioja, ocupando ahora unas 100 hectáreas (la mayor parte en regadío), frente a las casi 2.500 que había en el año 1990.
A la falta de relevo generacional y de mano de obra, se unen su escasa rentabilidad, con precios similares a los de hace 35 años en fábrica; y más recientemente, el notable incremento de los costes de producción.
Hemos hablado con Rubén Enciso Mendizábal, que cultiva unas 6 hectáreas de espárrago en Rincón de Soto. Nos confirma que cada vez hay menos producción en La Rioja.
Rubén cruza los dedos para que mejore el tiempo, ya que las elevadas temperaturas están mermando la producción, provocan que las puntas se estiren y, en consecuencia, el espárrago sea de menos calidad.
La producción está amparada por la Indicación Geográfica Protegida Espárrago de Navarra, que engloba a productores navarros, riojanos y aragoneses. En la actualidad, 37 municipios riojanos del valle del Ebro forman parte de ella: Agoncillo, Aguilar del Río Alhama, Alberite, Alcanadre, Aldeanueva de Ebro, Alfaro, Arnedo, Arrúbal, Ausejo, Autol, Bergasa, Bergasillas Bajera, Calahorra, Cervera del Río Alhama, Corera, Cornago, El Redal, El Villar de Arnedo, Entrena, Galilea, Grávalos, Herce, Igea, Lagunilla del Jubera, Lardero, Logroño, Murillo de Río Leza, Muro de Aguas, Ocón, Pradejón, Quel, Ribafrecha, Rincón de Soto, Santa Engracia del Jubera, Tudelilla, Villamediana de Iregua y Villarroya.
Los espárragos de las variedades autorizadas pueden destinarse al consumo en fresco o en conserva. Los espárragos destinados a conserva pueden presentarse enteros o cortados, pelados o no, y son de las categorías 'Extra' o 'Primera', envasados y esterilizados mediante el empleo de calor, en envases herméticamente cerrados.
El espárrago acogido a la Indicación Geográfica Protegida destaca por su grosor, presenta una coloración muy blanca, apenas se aprecia fibrosidad y su textura es muy suave y de gran finura. El proceso de transformación y elaboración se lleva a cabo con sumo cuidado, con sutileza, para mantener al máximo las características propias del espárrago.